domingo, septiembre 10, 2006

Un domingo en la vida de un cura

Un día delicado. Un domingo en la vida de un cura no es, ni de lejos, el mejor día para actualizar el blog con algo de interés. Son muchísimas las actividades y no es fácil sacar tiempo, sobre todo desde que un infortunio telecomunicativo nos dejó sin ADSL y hay que hacer las cosas via telefónica, o sea, a pedales.
Así, por ejemplo, hoy: confesiones todo el día, una Misa, comeré con un gran tipo (;D), visitaré a una familia de la parroquia (tomando un café, por supuesto), luego iré a ver a un niño que, ante el aburrimiento veraniego, decidió pisar cientos de cristales sin ser fakir (total, una operación de todos los tendones del pie, con inquietud consiguiente de si podrá jugar al fútbol). Luego, por la tarde, último día de Misa de 21h. ¿Qué tal?.
Pero lo más importante: tenemos un lector australiano. Mágnífico enganche para nuestro proyecto de ir a Sydney dentro de dos años. Por cierto, que a día de hoy ya hay apuntadas más de 50 personas. Increíble. Esto es apasionante, no cabe duda.
Por cierto, ayer el atlético jugó como nunca... y perdió como siempre. Pero lo que me encantó, de nuevo, es Andrés Montes. Como una regadera. Un tipo fantástico.

1 comentario:

Bilderberg dijo...

Le falta, don Ful, uno de los actos principales de los jovenes de la parroquia: ir a tomar unas cañas despues de Misa para comentar la semana que tal ha ido y estar un rato con los amigos. En pocas parroquias se puede encontrar un grupo de gente tan maja.