domingo, septiembre 17, 2006

Movimiento

“Donde hay movimiento hay vida”. Así definía la vida universitaria un sabio inglés del XIX, que encabezó una de las manifestaciones más potentes de la fecundidad intelectual del Oxford decimonónico. Él, con un grupo de amigos compañeros suyos (profesores y doctores), decidieron pensar de nuevo su sociedad, sus valores, su religión. Buscaban la autenticidad de las doctrinas recibidas, y hacer crítica de su mundo y de su ambiente. El resultado fue un auténtico terremoto en las islas británicas: cientos de jóvenes escuchaban cada semana a John, que así se llamaba, en la iglesia universitaria de St. Mary. Los ‘colleges’ retrasaban sus horarios, ya que de otro modo no veían a sus estudiantes en la hora de la cena. Se multiplicaban los comentarios, los dimes y diretes, los artículos universitarios. Y poco a poco, todo aquello saltó a la prensa. ‘Oxford movement’ fue un claro ejemplo del poder de las ideas y de la fecundidad de un movimiento. Años después, en 1845, John Henry Newman decidió convertirse al catolicismo. El que había sido durante decada y media referente del anglicanismo y de la sociedad inglesa se convertió así en un proscrito. La difamación de su nombre duró muchos años, hasta que en la década de los 60 un tal Kingsley, a la sazón capellán de la reina, le robó su fama, quizás para siempre, a través de sus difamatorios artículos en la prensa inglesa. Entoces Newman reaccionó, y escribió la historia de su vida en ese mismo periódico. Era leída por miles de ingleses, que expectantes esperaban la siguiente edición de su apasionante historia. Su fama quedó restituida y, sobre todo, generó una nueva corriente de pensamiento crítico sobre su sociedad y cultura que dura hasta hoy.
Nuestro blog también tiene ‘movimiento’, y por eso mismo, vida. Los muchos comentarios recibidos en estos días ponen de manifiesto que aquí estamos más que los cinco amigos que, desde Oxford, decidiron ser inconformistas. No todos aquellos llegaron a las mismas conclusiones: Newman vino al catolicismo, Froude y Keble, sus mejores amigos, murieron anglicanos. Probablemente nosotros mismos, con el tiempo, tampoco tendremos la misma opinión de las cosas. Pero quizás, como aquellos, podamos generar una nueva corriente de inconformismo que gane muchas conciencias para un camino mejor. Ya hemos comenzado a hacerlo.
El día en que no haya comentario alguno entonces habrá que pensar si este movimiento murió, quizás todavía muy joven. Entre tanto, ten ánimo de expresar tus ideas, pues mientras no sean ofensivas hacia nadie ni contengan palabras que hieran sensibilidades, serán publicadas. Y, sobre todo, serán la riqueza de un blog y, por qué no, de una cultura nueva.
P.D.: Si alguién sabe cómo ponerse en contacto con Juan Manuel de Prada que me lo diga. Me gustaría intentar hablar con él o mandarle un mail...

1 comentario:

Anónimo dijo...

FELICIDADES, DON FULGENCIO.
Haces bien en no trabajar el día de tu cumpleaños. Por cierto, 28 años ya es bastante, si fueras futbolista, el Real Madrid ya te podría fichar...
ÁNIMO DON FUL.