miércoles, septiembre 20, 2006

¿Daba miedo el toro?

Estudiantes, ¿qué tal el comienzo de curso? ¿qué tal la vuelta al colegio?. A ver si os estiraís y contaís algo, que siempre apetece leeros. Y a los padres, ¿ya os ha absorvido la actividad sin freno?. ¡Ánimo!, que esto no ha hecho más que empezar. Por cierto, mañana cumpleaños de monitor de plan (y de Don José María Valero), que debe cumplir 16. Llenemos su blog de felicitaciones. Lo podéis buscar en alguno de los comentarios que ha hecho en este blog, y luego un comentario de felicitación. No lo dejéis de hacer: le conozco y es un tipo estupendo.
¿Que si daba miedo saltar al ruedo? No daba miedo... daba pavor. Lo cierto es que luego uno se acostumbra, en el buen sentido, y resulta que empieza a quitar hierro al 'drama' de aquellos primeros momentos... pero conviene ser sincero con un mismo y reconocerlo a tumba abierta: el cambio de tercio (o de vida) era un órdago a la grande que costaba algo más que un riñón aceptar.
Prueba de ello es que un servidor se resistió durante meses a dar verosimilitud a esta posibilidad. Uno tiende a ser un poco empiristia y volteriano, o sea, a exigir pruebas visibles, palpables, medibles, pesables. Y de esas se encuentran pocas. No tienes a alguien delante que te dice: "te quiero". No escuchas con nitidez absoluta palabra alguna y sin embargo... notas que algo no va. No va porque si, de resultas, decides apartarte de la cuestión que te inquieta, te quedas peor. Y si te acercas, la congoja era total. Surgió, al menos para mi, un alud de preocupaciones: padres, estudios, chicas, hijos, futuro, bienestar, incertidumbre, caos, antisocial, anacrónico...
No conviene quitar hierro a la tensión de aquel momento. Lo reconozco: no fue fácil. Especialmente (y curiosamente) el tema familiar. Pensé que nunca lo aceptarían, pero luego resultó que en unos pocos meses estaban más felices que perdices. Hoy puedo asegurar que son padres de los más felices del mundo.
No voy a eludir la cuestión. Contestaré pregunta a pregunta, porque merece la pena. Si algunas son repetitivas, las acumularé. Tu comentario de ayer no será valdío. Lo prometo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya, vaya, ahora que estaba a punto de decirle a medicodelapaz que le diera un respiro a D.Fulgencio...
(Tú si que sabes torear medicodelapaz!! Tanto poner el capote y al final has conseguido que entre al trapo. Constancia y preseverancia, supongo)

En fin, Fulgencio, que te habrá costado abrir los cerrojos, pero una vez que los has abierto...

Creo que es muy interesante que cuentes tu experiencia, estoy segura que ayudará a muchos "futuribles" que ahora estan indecisos. Y ya que nos das la oportunidad para que sigamos indagando... ¿cuando y como te das cuenta de que existía esa posibilidad en tu vida? ¿que fue lo que te hizo, finalmente, inclinar la balanza hacia el sacerdocio?

MedicodelaPaz dijo...

Don Fulgen,

GRACIAS

MedicodelaPaz dijo...

Querido Blogger,

Aprovecho la coyuntura para desde aquí felicitar al bueno de MONITOR DE PLAN.

Mientras tu estés tomando tu tarta, este medicucho estará trabajando todo el día y toda la noche en la Paz.

Es guardia de cirugía, si comes mucho y te da un empacho prometo abrirte la tripa para sacarte el pastel.

Un abrazo muy grande desde la Paz a este gran Monitor que como el Vino gana con los años.

FELICIDADES!!! 17???

David dijo...

Me acuerdo con mucho cariño de mi primera jornada de la juventud. Fue en Loreto, en Italia y es un viaje, que a la larga, me ha servido para darme cuenta de muchas cosas. Preguntadle a Fulgencio (que también estuvo allí), lo que supuso para él ese viaje.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

¡¡¡¡¡¡FELICIDADES ANDRÉS!!!!!!
Ya son 16.