viernes, agosto 29, 2008

Vivir como un cura (II)

Mallorca. Un año más. Mítico fue aquel post llamado 'vivir como un cura'. Los sitios siguen siendo los mismos, y los podéis ver pinchando aquí. Ya os pondré alguna más, pero es que mi agenda debe tener el virus ese insoportable que contrajo en Sydney y que me agota la memoria e imposibilita cualquier acción extra, como es hacer una miserable foto...
Ayer tuve un encuentro con un nativo, o sea, con un alemán. Resulta que por la tarde, después de haber ganado por la mañana al diácono Antonio al tenis (hoy lo he vuelto a hacer y pienso seguir luchando para mantener mis sets en contra a cero), nos fuimos a 'Cala Mondragó'.
Es un sitio estupendo, donde nunca había estado. Resulta que las calas se comunican por tierra y mar, y nosotros decidimos hacer el tramo nadando; unos 400 metros de ida y otros de vuelta. Hoy, comprenderéis, estoy agotado de descansar, porque entre el tenis y los 800 metros libres de la tarde, y el partido de esta mañana...
Total que cuando llegamos a la otra cala escalamos unas rocas, por cierto, con una agilidad insospechada a pesar de nuestros años y los kilos del diácono.
Allí había un alemancito, que hablaba especialmente bien inglés. Estuvimos charlando de los juegos olímpicos, de los derechos humanos, de China, de superpoblación (es alemán). Nos contó su vida; estudiaba en Estados Unidos, tenía pensado volver a Europa, y la 'marcha' de Cala d'Or le parecía espantosa. A su pregunta de si habíamos estado allí algún viernes por la noche no pude más que sonreir y decir que, obviamente, no. Le ibamos a echar el lazo, darle caña; introdujimos tema Australia pero, de repente, pareció hacérsele tarde y tuvimos que irnos. Encuentro intrascendente, pero provechoso.
Y es que en la convivencia me ha gustado una cosa que ha salido en una charla. Hablando se San Pablo, nos comentaron algo quizás sabido por todos pero que nunca había pensado: estando preso conoció a un esclavo, también preso. Pues bién: San Pablo le predica el Evangelio, le bautiza en la carcel, y le llega a llamar 'hijo suyo'. Y nos decían: San Pablo no perdía oportunidad.
Pues nosotros tampoco. Con Guiris o lo que sea.
Ahora me voy a ver a Don Antonio Mesquida. El año pasado estuvo aquí... y ahora está en la UVI. 78 años. Me llamó la semana pasada, y no dijo nada. Ahora lo entiendo: lleva 2 semanas en la uvi sin poder hablar. Y me llamó. Y ahora yo voy a ir a verle, porque le cogí mucho cariño. Claro que sí.
Atentos al blog. Habrá sorpresas estos días, o al menos eso espero.
Ah! y aún queda hablar del retiro del domingo. Hay consideraciones interesantes.

martes, agosto 26, 2008

Teruel existe

Teruel existe. Y mis padres también.
Después de un mes de Agosto muy fecundo, donde muchos han concretado sus propósitos de Sydney, donde hemos tenido el primer retiro mensual de jóvenes en tierras europeas (el otro fue en Australia) con el concurso de más de 70 personas (¡qué dure!), donde el ambiente ha sido, como siempre, óptimo... le toca a mis padres. Ayer llegué y me voy hoy, pero menos da una piedra.
En Villajoyosa las citas de obligado cumplimiento son las siguientes: chocolate Valor con churros, pescaditos en el puerto, los baños (por supuesto) y el paseo por la huerta... todo ello con padres incorporados, por supuesto.
Voy bien. De esta mañana completo el pleno.
Ya os contaré mañana impresiones del retiro...

viernes, agosto 22, 2008

Poner la cuenta a cero

No da igual pecar que no pecar.
Hay gente que se hace la historia de que, total, Dios perdona siempre y que una confesión a tiempo perdona los pecados y que, por tanto, tampoco conviene preocuparse en exceso de los pecados: basta tener un cura de bolsillo para el último momento.
Y esto es cierto a medias, porque no da igual una vida de lucha, de santidad, de esfuerzo, que una vida de crapuleo con arrepentimiento final. Como eso es un dato (no es lo mismo Hitler confesado que la Madre Teresa, por ejemplo), los teólogos se han partido la cabeza intentando explicar esto porque, verdaderamente, la confesión trae el perdón de los pecados, y eso también es verdad.
Después de darle muchas vueltas, a el magisterio de la Iglesia ha llegado a aceptar la distinción de los teólogos entre pena y culpa, como dos cosas distintas que devienen del pecado. La confesión de los pecados perdona una (nunca me aclaro cuál, pero creo que es el mal de culpa), pero la otra permanece, como un residuo del pecado, como un resto de la acción libremente realizada.
La indulgencia plenaria es un 'invento' de la Iglesia que tiene su origen en la voluntad de Cristo: lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, lo que desates en la tierra... Con intención de mover a la conversión, al acto de contrición sincero, y a una vuelta a la 'inocencia plenaria', aparecen las indulgencias: momentos privilegiados donde la Iglesia hace uso de su poder recibido de Cristo para conferir el perdón total de la pena... Y eso es estupendo, porque es empezar auténticamente de cero. Y se puede aplicar por uno mismo o por un difunto.
El domingo tenemos retiro. Al ser el año paulino, todo acto dedicado a San Pablo confiere indulgencia plenaria acompañado de las condiciones habituales: aborrecer el pecado, rezar por el Papa, confesión y comunión.
Yo lo aplicaré por mi tía, aunque sé que está en el cielo. O eso creo...
Contamos contigo y con que llames a mucha gente. Todos los meses, un aspecto de la vida de San Pablo. Será apasionante. De verdad...

miércoles, agosto 20, 2008

¿Qué haces este domingo?

Hoy hemos celebrado a S. Bernardo. Un tipo increíble, del siglo XIII, cuya influencia intelectual, espiritual y moral sigue presente hoy mismo, en la Iglesia y en muchos sitios más... Ser cristiano es estupendo: te hace mirar al futuro con esperanza y recibir del pasado un montonazo de cosas que otros ni huelen...

Este año lo dedica la Iglesia a considerar la figura de otro grande, quizás el más grande después de Cristo, que es San Pablo. Sus viajes, su fortaleza, su carácter, su conversión, su fuerza... pueden ser un estímulo grandísimo para nuestras vidas.

Para ayudar a este propósito, en la parroquia vamos a tener un rato de oración (vulgo: retiro) todos los meses con intención de conocer mejor a San Pablo, y por lo mismo conocer mejor a Dios y a nosotros mismos. Mucho que ganar, nada que perder.

Te esperamos este domingo a las 19.15. Habrá meditación (breve), exposición del santísimo, otra meditación, y tiempo de silencio, de confesar, etc... De 19.15 a 20.45, y quien quiera se puede quedar a Misa de 21.

Avisad a todo el mundo. Los de Sydney, los de las javieradas... y todos los de los grupos de jóvenes. Y cualquiera que quiera venir, porque Dios habla a todas las edades...

A quien venga, se confiese en el plazo de una semana, comulgue, rece por el Papa y haga propósito firme de aborrecer el pecado... indulgencia plenaria. Mañana lo explicamos.

Te esperamos...

sábado, agosto 16, 2008

Cuerpo y alma

La Virgen María fue asumpta a los cielos en cuerpo y alma. Eso es lo que dice la doctrina católica. Eso significa que el cuerpo de la Virgen María no conoció el sepulcro; que, como dice la explicación del dogma, quiso Dios que por su fidelidad fuera adelantado el final de los tiempos en su madre, guardándola para sí en cuerpo y alma.
Cualquier que lo oiga (sin fe, claro), pensará que estamos locos. ¿La tesis es que el cuerpo de María está en ninguna parte? bah!!!.
A mi, por el contrario, la reflexión me sugiere un aspecto bien distinto. Cuando pienso en los misterios del cristianismo, lo primero que pido es no acostumbrarme a ellos. O sea, que si alucinante es el misterio de la asunción, no lo es menos el de la Eucaristía, la confesión o la unción de enfermos. Éste es el primer punto.
El segundo, es que ante los misterios, procuraré que mi reacción no sea de desprecio en base a una presunta 'madurez' intelectual, sino más bien reverencia. Si: estamos en suelo sagrado. Conviene andar con cuidado, proceder con respeto, y tener en cuenta que si todo sale bien no vendrá como fruto un conocimiento completo, sino más bien estupor, asombro, que es ese otro modo de conocimiento, afectivo, que tantísimo mueve los corazones.
No confío en la credulidad. Pero sí en Nuestro Señor Jesucristo, su Evangelio y la Iglesia. El incrédulo cree en otras cosas: en el club Rotario, en las máximas de Sabater o en los postulados del Dalai Lama. El incrédulo tiene muchos más misterios que resolver que yo; de eso no me cabe duda. Y -lo digo para los iluminados- la realidad es tanto más opaca cuanto uno más se aleja de esa figura imponente que domina la historia: Jesucristo.
Cada día lo vemo más claro.
Y ese es el tercer punto: los misterios, lejos de hacerme dudar, me estremecen y me dan certeza. ¡Qué me estremezcan toda la vida!. Terrible será cuando las cosas de Dios importen 33.
El verano da para pensar. Y a mi cada día la vida me parece más luminosa en la Iglesia, y más triste fuera de ella.
¿Tan así?. Tan así.

jueves, agosto 14, 2008

16670

Hace dos años tuvimos nuestra convivencia de verano de jóvenes en Polonia. Fue la primera 'gran operación' sacar dinero: allí comenzó el negocio de las empanadas Zabala. Eran 550€ (lo mismo que los 2500€ de Sydney) y se consiguieron sin gran dificultad.
El viaje fue una auténtica peregrinación. Fuimos con un sacerdote redentorista llamado Marek, que fue mi profesor de griego en 2º y 3º del Seminario. Lo cierto es que no había tenido demasiado contacto con él hasta aquel tiempo. Me puso dos sobresalientes (¡flipao! que diría Andrés O.), pero lo cierto es que era un profesor estupendo, porque casi sin estudiar conseguía que el griego te gustara. De hecho me gusta aún hoy...
Recuerdo la primera noche en Varsovia. Fue un viaje vía Zurich, con escala de cinco horitas. Tuvimos Misa en el aerpouerto, pero esta vez en una capilla muy apañada. Nada más llegar, nos recogió Marek en un autobús, conducido, como no, por Cristóbal, un polaco simpatiquísimo.
El viaje está cargado de anécdotas. Es entrañable a tope. Recuerdo que nada más instalarnos en Varsovia, Marek apareció en mi cuarto que, por cierto, estaba sito en la zona reservada a Obispos. Le pregunté la razón de tal privilegio y me contestó una de las máximas que entonces aprendí: "si tú estás contento, los chicos también lo estarán. Vamos a tomarnos una cerveza". Cogimos un taxi y pitando a la plaza mayor de Varsovia. Un sitio estupendo, un clima maravilloso. Yo lo pasaba un poco mal, porque la gente me miraba: un sacerdote que está en una terracita tomando una cerveza, ¡qué escándalo! (Marek iba camuflado, y yo hice lo que pude, porque no quería escandalizar...).
Marek nos contó que las cervezas polacas se toman de dos en dos. Habida cuenta de que eran tres cuartos de litro cada una, cedí la primera vez, pero en absoluto acepté el reto de otra cerveza binaria. Aproveché para preguntarle a Marek algunas cosas de estudio y hablar del futuro, el presente y el pasado. Estuvo fenomenal, mientras Nacho nos miraba, honradamente, encantado...
Polonia fue estupendo. En una de esas salidas fuimos a Auschwitz. Recuerdo la visita como impresionante, pero no especialmente. Un par de chicas tuvieron que dejar de hacerla, porque realmente todo es muy crudo. Las fotos, cuando las vemos, de nosotros allí son significativas: ni una sonrisa. Estuvimos en los pabellones, distribuidos por temáticas (modo de dar muerte a los presos, fotos de todos los presos hasta el 43, mapas de campos de concentración y mapas de la guerra, instrumentos del campo...). La entrada al campo ya fue significativa. Dijo la guía: "a esa garita se asomaba el coronel de campo, y decía al grupo de presos nuevos: si eres ruso durarás tres meses, si eres sacerdote, tres semanas, y si eres judío una". Aquellas palabras se me han clavado como un puñal hasta el día de hoy...
Y ahí vimos 'en vivo' la historia de Maximiliano María Kolbe. Y hoy que le celebramos no puede uno evitar un alud de recuerdos: los presos que se tiraban a las vallas electrificadas movidos por la desesperación, las caras de los miles de presos que están en aquel pabellón horrible, los montones de pertenencias de los presos que hay en otro lugar, donde encuentras muñecas, hisopos y sotanas. Y en medio Kolbe: franciscano de cincuenta años que sustituye a otra persona en el camino a la muerte porque aquel tenía mujer e hijos y se lamentaba por ellos. "¿Qué va a ser de mi mujer y mis hijos?". "Cójanme a mi -dijo el preso 16670. Soy un sacerdote católico viejo".
De verdad. Es imposible hacerse cargo de aquello. Sólo minimamente tomas conciencia cuando estás allí.
Y pienso que la Misa de esta mañana es la misma que el celebró, por primera vez, en Roma, en aquel altar de la conversión del que fundó la devoción a la medalla milagrosa. Y que la absolución que das en la confesión es la misma que el daba desde su camastro, enfermo, en el pabellón 12, al ver pasar por la puerta -estaba junto a la salida- los cuerpos de los muertos aquella noche...
Y que cuando recomiendas a las personas luchar, seguir, no es vano. Kolbe lo demostró con su palabra y con su vida.

miércoles, agosto 13, 2008

Mediados del XIX...

Sé que no debería haberlo hecho. Es uno de los propósitos de Sydney. En caso de sucumbir, sólo música...
Lo cierto es que ayer puse la radio. Ésta es una época de pocas noticias, de escaso interés. Además, los juegos olímpicos absorben el 70% de las novedades, y eso es una buena noticia, porque por lo menos no se trata de la muerte de nadie, ni de una legislación asquerosa o de un escándalo lleno de mugre...
Pero ayer puse las noticias. Salía el ministro Bermejo urgiéndose a la necesidad de instaurar eutanasia, aborto y todo lo demás. Y salieron por ahí numerosos espumarajos anticlericales y de genero parecido.
Después de Australia, cuando escucho esas cosas, me da la impresión, de verdad, de retroceder 200 años. Me parece (y esto a alguno le resultará paradójico, a mi me parece lógico) que es volver a una época donde el concepto libertad no se entiende para nada; donde la palabra justicia no cabe... y donde los mesianismos periclitados del XIX vuelven a la carga con una novedad que no escucha para nada el testimonio de la historia.
Seguiré a lo mío. Más rosario y menos radio.

lunes, agosto 11, 2008

De vuelta

Ya estoy de vuelta. Han sido unos días un poco ajetreados, y cuando hay ajetreo es muy difícil pensar. No surgen las ideas, basta con sobrevivir.
Y eso es lo que hemos hecho hasta el momento.
Ahora toca pensar, leer y reflexionar.
Y habrá más post en el blog.
Volveremos a Sydney, a los planes de año y a todo lo que queda por hacer.
Y veréis que bien...

lunes, agosto 04, 2008

En la trastienda de Sydney (y IV): B16

En Colonia, en el 2005, vino la sorpresa. Habíamos visto al Papa y, sin embargo, no nos parecía lo mismo. Quizás por ser nosotros muy de Juan Pablo II, quizás por ser poco sobrenaturales -a pesar de ser sacerdote-... lo cierto es que la cosa no caló.
Volví a Madrid, imprimí los textos, los recé, los medité... y la sorpresa fue mayúscula. Quizás hay que estar con las orejas más abiertas -pensé yo- pero esto es una joya. Útil como pocas cosas...
Ahora ha tocado Sydney. La cosa ha cambiado: el Papa no es nuevo, es el mismo de hace 3 años. Y me da la impresión de que a lo largo de este tiempo su HUMILDAD ha ganado muchos corazones, y que ha sido su tremenda humildad lo que ha hecho que la prensa, las gentes y las conciencias de los que allí hemos estado hayan experimentado un vuelco.
Es probable que muchos de los chicos no tengan una percepción clara de lo que dijo. Concedo. Pero lo que él rezó y lo que el preconizó se está cumpliendo. Se apreció un nuevo pentecostés, y si no somos zopencos los frutos se tendrán que ver en Madrid, aunque el egoísmo, la adolescencia -a quién le toque esa enfermedad transitoria- y ese complejo de estar siempre en el centro esté al acecho constantemente...
Benedicto XVI no es una figura mediática; no es un actor ni un atleta, como era Juan Pablo II. Es un intelectual. Es una persona humilde. Es un genio. Gana corazones... pero de otra manera. Lo suyo es el arrastre silencioso.
Si algo pasa en alguno de los que fuimos (propósitos, vocaciones, ilusiones) tienen, fundamentalmente, a Dios y al Papa en la trastienda. No cabe duda...

sábado, agosto 02, 2008

En la trastienda de la JMJ (3): una línea corporativa

Nunca pensé que el trabajo en común fuera tan productivo como agotador...

Empandas vendidas: en fila india llegan hasta Kabul. Yo lo vi claro desde el avión porque, aunque salíamos de Londres, allá por el Mar Caspio recuperamos la ruta de las empanadas que conduce a Astaná, capital de Kazajistán...

La fiesta de la parroquia: fue un exitazo (toca repetirla el 12 de Octubre) con sus carpas, juegos para niños, etc. Hizo posible que me fuera imposible hacer mis ejercicios espirituales que tocaron esa misma semana de octubre y uno estuvo de cuerpo presente.

Los bizcochos: dieron menos guerra, porque los chicos fueron más independientes. ¡Cuánto dan de si estas cosas! Sube, baja, compra, recoge, esparce, vende...

Los telefonistas: a varios les tocó ser telefonistas a razón de 8 horas al día. Una buena inyección de dineros...

Y un largo etcétera. El asunto es que esas cosas unen, ayudan a conocerse unos a otros... y crea una línea corporativa clara. Los feligreses se integran (no sólo sus euros, sino todos ellos) en el viaje, que comienza a ser cosa suya; los chicos frecuentas otras parroquias, que alucinan con el plan; es, además, una operación de marketing, porque son bien majos y la gente se fija en todo...

Esa línea corporativa es, también, espiritual. Después de 8 años de parroquia, los chicos saben perfectamente (creo) qué es lo que buscan sus curas, que cosas aborrecen y cuáles les encantan... Eso es muy importante, porque evita equívocos... Y genera productividad (espiritual), que es lo que se busca.

Finalmente, para rematar, buscamos un elemento de unidad que integrara todo lo dicho. Fueron los famosos polos, envidia del personal. Se los debemos a la generosidad de Compas, la empresa que hace las obras de la parroquia, que estuvo magnífica con nosotros pagando los polos, que tienen su aquel, porque son algodón 100% y pesan 300 gramitos... Polos bien hechos por fuera porque queremos hacer bien las cosas por dentro.

Tengo a Presa profundizando en la línea corporativa. Fundamental...

viernes, agosto 01, 2008

En las trastienda de la JMJ (2): Una red de area local

Si tuvierais fe como un grano de mostaza le diríais a ese monte 'arráncate y échate al mar' y os obedecería...
Mucha, mucha gente ha rezado por el buen éxito de la Jornada mundial de la juventud. Quizás este blog haya ayudado a ese fin, pero lo cierto es que desde mucho antes mucha gente lleva mucho tiempo ofreciendo sacrificios, oraciones, Misas e incluso la vida misma.
Y eso vale la pena. Porque realmente lo más que podemos hacer por los demás -somos creyentes- es poner medios sobrenaturales para que las almas cambien. Brillan mucho las figuras públicas, que hacen apostolado, que pelean, luchan y lo dan todo. Pero es más eficaz la labor diaria, de goteo, de oraciones y sacrificios de este montonazo de gente que ha apoyado las Jornadas. Y no me refiero a nivel mundial, sino más bien local, de la parroquia. Niños, ancianos, enfermos, jóvenes y adultos han estado pendientes. Y se ha notado.
Se ha notado porque ha sido un auténtico nuevo 'pentecostés'. Si hubiera que definir la JMJ la palabra es alegría.
Se ha notado porque hay decisiones concretas de entrega: al sacerdocio, a la vida consagrada, al servicio a los demás en el celibato, a una vida cristiana más auténtica. Ha habido que ser muy brutico para quedar indiferente.
Por eso gracias por ese caudal de oraciones, mortificaciones y negaciones. Y que no cesen: la buena semilla que se plantó necesita ser regada con la entrega de todos. Y cuando llegues al juicio y veas el peso de tus acciones y te des cuenta de lo mucho que arrastraste... ¡qué bien te sentará!.