sábado, octubre 14, 2006

Si duermes, sanarás...

Hace pocos días hablé con un compañero sacerdote que está en un pueblo de la sierra. Me tomé la molestia de ir a verle. Se le veía muy cansado, con mucho trabajo a sus espaldas. Y trabajo del bueno: persona a persona. Eso cansa bastante, sobre todo si uno se lo toma en serio. Sin embargo, me pareció advertir una nota negativa acerca de todo: la situación actual, España, la selección española, el Madrid, los jóvenes, los viejos, los niños… También me comentó que llegaba con dificultad a las 6 horas de sueño, y que se quedaba dormido en las esquinas. Se apoyaba en una pared y, pumba, dormido. Salía tarde de la parroquia y entraba muy temprano. Total: destruido.
Ayer, después de comer con otro compañero, esta vez de colegio, le llamé a ver que tal estaba, porque no le había visto en la excursión a Ciudad Rodrigo. Otro mundo: todo positivo, con paciencia respecto a lo difícil, ilusión en general, y tendencia a disculpar. Se me ocurrió una pregunta: “¿a qué hora te acostaste ayer?. La respuesta fue: “a las 21.30”. ¿Y a que hora te has levantado?. “A las 08.15. He descansado muchísimo”.
A veces buscamos causas a nuestro malestar espiritual o inquietud interior y no existe otra respuesta que el descanso. Dice la Escritura en el cuarto evangelio: “si duermes, sanarás”. Y es verdad. Una cosa tan sencilla como recuperar sueño puede ser un impulso real a nuestras vidas que se traduzca, casi inmediatamente, en un espíritu alegre y positivo. Por eso, os animo a una cosa: en los puentes, descansad. No sea que uno haga tantos planes que “lo nuevo tire de lo viejo y haga un roto aún peor”, o sea, que salga uno más cansado de lo que entró. Ahí queda eso.

7 comentarios:

Ángel Alonso dijo...

Estoy contigo Ful, pero yo añadiría algo más.
Yo lo paso fatal cuando estoy agotado y además tengo hambre, soy una bomba de relojería!! jajajaja.
Me siento como los niños pequeños cuando se ponen pesados y el padre o la madre dice: "es que está cansado y tiene hambre.." jajaja
Viva la siesta!! (para los que puedan echarsela).
Saludos

Anónimo dijo...

Tradicional español . " El que no se acuesta tarde y cansado es que no ha trabajado". Al descanso le falta algo para serlo; el merecido descanso. Igual que al ocio le falta algo para serlo ; el cambio de negocio-actividad. Quedan excluidos aquellos que tengan la lista de obligaciones a cero a las 21:30 . Lo que pasa es que esta situación es infrecuente entre los adultos. Para el resto ajo, agua y cultura del esfuerzo, cansa pero no mata. Una única condición : sonreir siempre , que no se note nunca que estás cansado. Y si crees que existe algo mas que lo natural en este mundo ofrécelo, te devolverán ciento por uno y cada hora de descanso valdrá por dos. Jesús oraba por las noches, pasándolas en vela, y era-es verdadero hombre en lo relativo al cansancio, hambre , etc.

Anónimo dijo...

Ojalá fuera tan fácil eso de meterse en la cama y dormir de un tirón ocho horas!! O siete, o seis...

Anónimo dijo...

Querido Blogger,

Es una delicia eso de dormir. No se como serán otros placeres, pero el sueño cuando estás cansado es genial.

Hasta que no pasas varias noches sin dormir,por motivos laborales, no te lo puedes imaginar.

El jueves por la noche tuve guardia, no pegué ojo, y es verdad se te pone peor caracter.

Yo normalmente meto más la pata.

A parte de dormir Don Fulgen hay que disfrutar, hoy nos hemos estado bañando en las Lagunas de Ruidera. Toda una gozada.

Forosacerdotal dijo...

Amigo Ful:
También hay que decir, me parece a mí, que es estupendo cansarte, tener todo el día ocupado, para un sacerdote; lo malo sería que no tuvieramos trabajo. Tengo un amigo sacerdote que me decía: disfruta ahora que tienes tanto trabajo, porque llega un momento que porque eres mayor, ya no te ofrecen trabajos pastorales, y parece que estorbas. Esto debe ser muy duro. Un fuerte abrazo de José Luis

Anónimo dijo...

Gracias, José Luis. Tus comentarios son aire fresco; fuerza e ilusión. Mil gracias.

Anónimo dijo...

Pues se me ocurre añadir lo de men sana in corpore sano y en cerebro reseteado para poder empezar un nuevo día.