martes, octubre 03, 2006

Dos experiencias

No querría alargarme, pero baste decir que voy a intentar responder con dos experiencias a los valiosísimos comentarios que este blog recibe. Pienso especialmente en el diálogo entre médicos que 'medicodelapaz' reclama, y que nos encantaría a todos, y en la experiencia maravillosa que aquella persona contó acerca de su padre. Por eso, allá van dos historias personales, que nada tienen que ver entre sí, pero obedecen a los requerimientos de los médicos y de un tal DUDU.
Recuerdo la primera vez que 'celebré' la unción de enfermos. Estaba sólo en la parroquia. Debía ser la hora de comer, porque aquí no había nadie. Total, que me llaman de la clínica CEMTRO para que vaya con urgencia a dar la unción. Para un sacerdote joven, este punto es un tanto traumático, tanto por el fondo como por la forma. Por el fondo porque te vas a topar, quizás por primera vez, con un moribundo. Por la forma porque, igual que confiesas y celebras Misa a diario, la unción no se da a menudo, y ni siquiera recuerdas cómo que pasos se han de seguir. Total que cogí la comunión (el viático) y salí pitando con el coche. A la vez que conducía y rezaba, leía el ritual, para intentar recordar cómo debía tratar al enfermo y cuales eran las pautas a seguir. Entré en la clínica, subí a la segunda planta, entré en el cuarto... y encuentro que ya ha fallecido. ¡Había tardado 2 minutos!... y ya había fallecido. La esposa estaba llorando. No eran mayores: más o menos 60 años. Decía que por qué no había llegado antes. Me disculpé: pero no había llegado antes porque ella no había avisado antes. Se demoran tanto las cosas... y ¡qué pena privar del consuelo espiritual a una persona en el último momento!. Pero no quiero que penséis mal: el primer afectado fui yo. Me fui muy triste a casa. Era un fracaso total para mi, un recién ordenado. Hablé esa tarde con Don José, el párroco. Y derrochó mucho cariño y experiencia para hacerme ser consciente de que uno tiene que hacer todo lo posible para ayudar y entregarse, y que una vez hecho eso hay que dejar todo en manos de Dios. Al menos, la lección me quedó clara, aunque muchas veces me cueste mucho...
La segunda experiencia es la que reclama DUDU. Baste decir que comencé el seminario 'clandestinamente'. Ni amigos, ni familia, ni NADIE sabían que yo me acercaba por aquel sitio. ¡Me importaba tantísimo la imagen!. Me parecía que la idea de ser sacerdote empobrecería mi imagen terriblemente. Y se lo oculté a todo el mundo. Bueno, a mis padres se lo oculté por miedo a que no lo encajaran bien. Hasta tal punto influyó en mi comportamiento, que comencé a dejar morir algunas amistades para no tener que explicarles con el tiempo que yo iba a ser sacerdote. Tenía un miedo espantoso. Pero, lo reconozco, también tenía una certeza interna de que ese podía ser mi camino, y de que la convivencia con otras personas en una situación semejante podría ayudarme a despejar la incógnita. Finalmente, el introductorio fue una experiencia estupenda, maravillosa; de la cual saqué un montón de amistades fantásticas y que recomiendo a todo aquel que tenga inquietudes. Años más tarde me di cuenta de lo mal que me había portado con Dios escondiéndome, y también ahora recuerdo muchas veces aquella frase de la escritura: "Dios elige a los necios para confundir a la sabiduría humana" y aquella otra "donde eres débil, entonces Dios te hace fuerte". Me daba pavor reconocerme cristiano y ahora... basta con mirar. ¡Madre mía!, que grande es la Gracia.
Seguimos encomendando al que van a operar... ¡y a las 4 chicas que este domingo me dijeron que estaban embarazadas!. ¿Qué os parece?. ¡Qué alegrón!.

5 comentarios:

MedicodelaPaz dijo...

Querido Blogger,

Muchas gracias por contar tu experiencia, rezaremos por las embarazadas especialmente. Ójala que salga sano y si puede ser Niño mejor que Niña...

Permitidme un chiste... Espero que Don Fulgen no lo censure...

- "¿A que no sabéis porque en el cielo no puede haber más del 4% de mujeres?"

Respuesta: "Porque si hubiese más del 4% de mujeres no sería el cielo sino el Infierno... jejeje"

A el bueno de DUDU le recomendaría que hablase y que se beneficiase de la experiencia de otros que ya han pasado por lo mismo, igual se animan y lo cuentan en este Blog, ¿Quién sabe?...

Seguramente tienes miedo a lo desconocido, en el momento que sepas como van las cosas, en que consisten y todo se te aclaren más las ideas, seguramente que hay gran desconocimiento por tu parte.

Es bueno que hables con gente con experiencia en el tema, yo sólo conozco a Don Fulgen, con lo cual no te podria recomendar nada más.

Y es verdad... Te vas a tener que dar prisa, ayer estuve en misa en la Calle San Buenaventura y era la de inicio de curso, la dió el Cardenal...

No te preocupes, te quedan 3 días, y yo creo en la Providencia... Dios ayuda seguro y seguro que te da luces.

Anónimo dijo...

Aunque no me guste hacer uso del anónimo, en esta ocasión lo haré por lo que voy a contar. Esto va dedicado a los que crean que el aborto o el sucidio son loables.

Yo he nacido en una familia de clase media alta, pero a la edad de cuatro o cinco años mis padres me contaron que ellos no eran mis padres biológicos y que yo había comenzado mis pasos en un orfanato. Por una parte duele pensar en el hecho de que tu madre te haya tenido que abandonar por no poder o querer cuidarte, pero por otra parte no pasa ni un día de mi vida sin que agradezca el hecho de que no abortara. Querida madre gracias a tu generoso egoísmo yo estoy vivo y escribiendo este comentario.

Esta circunstancia ha hecho de mi una persona profundamente empática y enamorada de la vida. Sin embargo hace algunos años me perdí por completo y comencé a sumergirme en un mar de tinieblas personal, académico, y familiar. Todo ello desembocó en una decisión que tomé en un mes de marzo, y que consistió en ponerle fecha a mi muerte. Pasé tres meses convencido de que iba a morir y, finalmente, me encontré en una silla con una pistola en mis manos apuntando a mi cabeza. Evidentemente no lo hice y puedo asegurar que tres o cuatro años después estoy de nuevo peleando con ferocidad para ganarle la partida a esta soceidad descreída y amoral.

Queridos lectores. De parte de una persona que ha nacido dos veces, de verdad amad la vida cada minuto que Dios os regale y preparaos para la muerte de manera digna.

Cuando escuchéis a alguien hablando a favor del aborto o de la muerte voluntaria dadle una respuesta acorde a las sandeces qeu promulga. También procurad defender la adopción como una forma de tener hijos. Gracias a ella y a la generosidad de mis verdaderos padres (los que tengo ahora por supuesto)yo estoy aquí escribiendo este correo.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Esos chistes son una m....
Ful, ¿cómo puedes permitirlos?
Medicodelapaz te estás pasando...

Anónimo dijo...

Jose María Delgado Pérez de nuevo. En la vertiente militar pura de mi actividad me "toco rendirme" en Iraq ,siendo componente de un equipo médico de estabilización de la Brigada Plus Ultra. El lema del EMAT ( escuadrón médico avanzado del Ejercito de Tierra)en el que estaba encuadrado es " Por si la muerte aparece ". Por desgracia la ví aparecer en muchas ocasiones con suerte alterna en cuanto a mis habilidades médicas. Me viene a la memoria por la experiencia de D. Fulgencio cuando fué solcitado para dar el viático. En las situaciones de muerte cercana que presencie siempre se repiten tres constantes : " ¿ saldre de está " , "por favor diga a mi familia que les quiero " , " ore a Dios por mí ". Para que en nuestra vida no sea demasiado tarde , hay que vivir recto por si la muerte aparece.

MedicodelaPaz dijo...

Querido Blogger,

Me parece muy interesante el comentario de Josemariadelgadoperez...

Tener un médico entre nosotros... Además de armas tomar...

Así podré hacerte mis preguntas...

He de decirte que cada día que estoy de guardia en la Paz se muere un paciente... En mi gusto se llama al capellán de guardia demasiado tarde, en mi corta experiencia núnca he llamado al capellán sin que el paciente hubiese entrado en coma...

Y en mi corta experiencia... Siempre ha llegado una vez había fallecido el paciente... Don Fulgen, no es usted el único.

Por cierto, por lo menos el capellán de la Paz es un tío estupendo, hay que teneer don de gentes.

Hay veces que se encuentran situaciones complicadas... Los abuelos católicos, que si se confesarían y sus hijos "agnósticos prácticos"... que piensan que si viene el cura se va a asustar mucho su familiar... Que va a pensar que está muy malito...

En verdad... Una pena...

Bienvenido al blog... MÉDICODELAGUERRA... TE DA LA BIENVENIDA... MEDICODELAPAZ