lunes, noviembre 20, 2006

Los colores

¿Quién no ha pasado, alguna vez, un bache o una crisis o ha tenido dificultades de toda índole?. El oficio de sacerdote tiene una primera función básica: ser fiel, porque es lo que te hace feliz a ti y a los que te rodean. Además, lo contrario es profundamente escandalizante y terrible. Pero además, se trata de una ‘profesión’ donde, básicamente, escuchas baches, crisis y dificultades de toda índole y a todas horas. Esto te hace ser muy consciente de la fragilidad humana, y le pone a uno mismo en actitud de búsqueda permanente de las cosas verdaderamente importantes.
En este sentido, ayer estuvo mi sobrina en la parroquia. Se portó muy bien en Misa, estuvo muy atenta. Tiene 5 años, pero no se movió un ápice. Cuando llegué a casa, me preguntó porqué iba vestido como un cura durante la Misa. Además, me dijo que quería ir a Misa a mi parroquia, porque le gusta más que la Misa de Nuestra Señora de Caná, que es donde ella va habitualmente, ya que vive en Pozuelo. Le pregunté, curioso: “¿por qué te gusta más la Misa en mi parroquia?”. A lo cual contestó: “Porque tiene más colores”. Chúpate esa. Le gustan las vidrieras y que la Iglesia… ¡tenga colores!. Olvídate de la belleza del templo, que esté limpio, que se celebre bien o se predique mejor… Lo importante, los colores.
Para mí, dos enseñanzas. Una: que cada uno tiene sus razones, más o menos importantes. Dos: que cuando uno deja de ser niño, debe buscar algo que dé sentido de totalidad a la vida. Si te quedas sólo con los colores… quizás con el tiempo dejes de hacer las cosas, porque "hasta la perdíz cansa".

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciertamente, la vida tiene que tener algo más que colores bonitos para tener un sentido.

El mensaje de Jesús es bueno, muy bueno... Pero habrá mucha gente que no se acerque a él porque le habrá sido envuelto en odios, recelos, desconocimiento.

Debemos esforzarnos en que nuestra vida sea el color que atraiga a otros al mensaje de Jesús.

Anónimo dijo...

Hablando de colores. Animo a cuantos quieran a disfrutar de la pintura de Isabel Guerra y su sentido de la luz. Uno de los atributos de nuestro Señor ser la Luz del mundo. Esa Luz que nos deja ver lo que antes estaba oculto a nuestros ojos en toda su belleza y verdad.Pero tambien expone la verdad de como somos sin dejar zonas privadas. ¿ Quizas a la niña mas que los colores le impresionó ese contraste de la luz que le permitia verlos desde una cómoda oscuridad?

MedicodelaPaz dijo...

Querido Blogger,

Josemaríadelgado... Si te enteras de donde se exponen las pinturas de Isabel Guerra nos lo dices.

Don Fulgencio... Ponga un cuadro de esta mujer en su blog... Puedes ver la luz... Y la historia de esta señora es impresionante.

Buen comentario Doctor, a parte de médico te gusta la pintura.

Este domingo me regaló un amigo una botella de limoncello italiano y nos enseñó las fotos de su viaje. Don Ful a mi amigo también le gustan los colores, pero de los trajes militares, de los obispos y cardenales. Eso fue lo que le llevó a este a una misa en Florencia... Otro de mis amigos va a misas por la música... Si al final su sobrina tiene razón.

Lo importante son los colores. Gracias por el color esperanza de ayer...