viernes, noviembre 10, 2006

De espaldas a Dios

Mi tía contaba el otro día que estaba leyendo un libro cuyo objeto era analizar las causas por las cuales las civilizaciones se derrumban. El autor se había examinado la caída del imperio romano, de los bárbaros… y concluía que había varios aspectos comunes. En concreto, postulaba como algunas causas las siguientes: falta de sentido trascendente de la vida, propagación de una cultura escasa y denigrada, proliferación de prácticas sexuales promiscuas y/o aberrantes, excesivo (casi enfermizo) cuidado del cuerpo…
Uno puede estar o no de acuerdo con estos datos. Con respecto a mi propia opinión, diré dos cosas: la primera es que no he estudiado el tema como para tener una opinión fundada del mismo, y la segunda es que me llamaba la atención ver cómo todas o casi todas eran características cumplidas de nuestro mundo actual.
La toma de conciencia de la importancia de la propia historia y, dentro de ella, de la fe cristiana es una cuestión que afecta a la identidad de todos europeo. Por eso, cada creyente debe entender lo decisivo que es responder a la fe recibida, pues no sólo es el resultado de una operación intelectual privada, sino que es respuesta a las necesidades de los tiempos; más quizás ahora que nunca. Es el modo de vencer la sospecha que el hombre contemporáneo tiene sobre Dios y que le llevó a una primera ruina, en las guerras mundiales, y que puede conducirle a otro derrumbamiento.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que barbaridad! Que afán tenemos siempre de mezclar churras con merinas!.
¿Para que profundizar más, para qué indagar de verdad en el mal moral que lleva toda la vida afectando al ser humano?.
El gran mal, el gran pecado, el gran destructor: el sexo y el cuerpo.
La gran respuesta que borra todos los males: La religión.
Insisto. Sigues confundiendo a Dios con la religión (la fe cristiana recibida...).
Francamente, creo que entre otras muchas causas, una de las principales, que apartan al hombre de Dios, es precisamente la religión.

Anónimo dijo...

Cito tu párrafo otra vez: "falta de sentido trascendente de la vida, propagación de una cultura escasa y denigrada, proliferación de prácticas sexuales promiscuas y/o aberrantes, excesivo (casi enfermizo) cuidado del cuerpo…"

Sinceramente no veo la relación entre el sexo y el culto al cuerpo con el hundimiento de las grandes civilizaciones. Yo más bien diría: la prepotencia, la corrupción generalizada, el fanatismo, el culto por el dinero y sobre todo, el desprecio por civilizaciones ajenas y la sensación de que no tienes que seguir construyendo y trabajando para seguir siendo una gran cultura.

El sexo? vamos a dejar el sexo aparte de una vez, por favor... porque tiene sus cosas buenas y desmedido sus cosas menos buenas, pero desde luego no derriba civilizaciones...

Fulgencio Espa dijo...

La frase no es mía. Es de un autor AGNÓSTICO que ha escrito un libro según un estudio fruto de años de trabajo. Dice que después de examinar los hundimientos de las diversas civilizaciones, se concluye, según él, que estos son los factores comunes.
Yo, insisto, no estoy ni acuerdo ni en desacuerdo, porque creo que hace falta estudiar las cuestiones para opinar.
Finalmente, ¿quién dijo en ese artículo que la sexualidad es mala?. Si se hubiera citado un libro donde dijera, por ejemplo, que uno de los factores del hundimiento de las civilizaciones es comer hasta hartarse, vomitar, y volver a comer (o sea, la Gula)... ¿significaría eso que comer es malo?. Creo que no.