lunes, marzo 19, 2007

...segunda parte

Un aspecto importante nos lo muestra precisamente ahora la Cuaresma. No podemos pensar en vivir inmediatamente un vida cristiana al ciento por ciento, sin dudas y sin pecados. Debemos reconocer que estamos en camino, que debemos y podemos aprender, que necesitamos también convertirnos poco a poco. Ciertamente, la conversión fundamental es un acto que es para siempre. Pero la realización de la conversión es un acto de vida, que se realiza con paciencia toda la vida. Es un acto en el que no debemos perder la confianza y la valentía del camino. Precisamente debemos reconocer esto: no podemos hacer de nosotros mismos cristianos perfectos de un momento a otro. Sin embargo, vale la pena ir adelante, ser fieles a la opción fundamental, por decirlo así, y luego continuar con perseverancia en un camino de conversión que a veces se hace difícil. En efecto, puede suceder que venga el desánimo, por lo cual se quiera dejar todo y permanecer en un estado de crisis. No hay que abatirse enseguida, sino que, con valentía, comenzar de nuevo. El Señor me guía, el Señor es generoso y, con su perdón, voy adelante, llegando a ser generoso también yo con los demás. Así, aprendemos realmente a amar al prójimo y la vida cristiana, que implica esta perseverancia de no detenerme en el camino.
En cuanto a los grandes temas, diría que es importante conocer a Dios. El tema "Dios" es esencial. San Pablo dice en la carta a los Efesios: "Recordad cómo en otro tiempo estabais sin esperanza y sin Dios. Pero ahora, en Cristo Jesús, vosotros, los que en otro tiempo estabais lejos, habéis llegado a estar cerca" (Ef 2, 11-13). Así la vida tiene un sentido, que me guía también en medio de las dificultades. Por consiguiente, es necesario volver al Dios creador, al Dios que es la razón creadora, y luego encontrar a Cristo, que es el Rostro vivo de Dios. Podemos decir que aquí hay una reciprocidad. Por una parte, el encuentro con Jesús, con esta figura humana, histórica, real, me ayuda a conocer poco a poco a Dios; y, por otra, conocer a Dios me ayuda a comprender la grandeza del misterio de Cristo, que es el Rostro de Dios. Sólo si logramos entender que Jesús no es un gran profeta, una de las personalidades religiosas del mundo, sino que es el Rostro de Dios, que es Dios, hemos descubierto la grandeza de Cristo y hemos encontrado quién es Dios. Dios no es sólo una sombra lejana, la "Causa primera", sino que tiene un Rostro: es el Rostro de la misericordia, el Rostro del perdón y del amor, el Rostro del encuentro con nosotros. Por tanto, estos dos temas se compenetran recíprocamente y deben ir siempre juntos.
Además, debemos comprender que la Iglesia es la gran compañera del camino en el que estamos. En ella la palabra de Dios se mantiene viva y Cristo no es sólo una figura del pasado, sino que está presente. Así, debemos redescubrir la vida sacramental, el perdón sacramental, la Eucaristía, el bautismo como nacimiento nuevo. San Ambrosio, en la Noche pascual, en la última catequesis mistagógica, dijo: Hasta ahora hemos hablado de las cosas morales; ahora es el momento de hablar del Misterio. Había ofrecido una guía para la experiencia moral, naturalmente a la luz de Dios, que luego se abre al Misterio. Pienso que hoy estas dos cosas deben compenetrarse: un camino con Jesús, que descubre cada vez más la profundidad de su misterio. Así, se aprende a vivir de modo cristiano, se aprende la grandeza del perdón y la grandeza del Señor, que se entrega a nosotros en la Eucaristía. En este camino nos acompañan los santos. Ellos, a pesar de tantos problemas, vivieron y son la "interpretación" auténtica y viva de la Sagrada Escritura. Cada uno tiene su santo, del que puede aprender mejor qué comporta vivir como cristiano. Son, sobre todo, los santos de nuestro tiempo. Y luego, por supuesto, está siempre María, que es la Madre de la Palabra. Redescubrir a María nos ayuda a ir adelante como cristianos y a conocer al Hijo.

2 comentarios:

MedicodelaPaz dijo...

Querido Blogger,

Desde aquí invitar a todos los lectores a que os acerqueis el próximo sábado 24 al Seminario de Madrid

PROGRAMA

10:30 Acogida

11:00 Oración

11:30 Comienzan actividades Cada grupo será acompañado por un seminarista durante la mañana.

Visita guiada a la Exposición : “100 años del Seminario. Siempre sacerdotes”. Visita guiada al Seminario. Vídeos del centenario:

• “Mi vocación”

• “Pescadores de hombres”


Encuentro con un seminarista: ¿QUÉ ES LA VOCACIÓN?

Bar y mercadillo (en beneficio del Seminario de Bagdad)
Karaoke
Juegos
Talleres
Futbolín viviente
Visita: Las “tripas” del órgano
Montaje “Los secretos del edificio”


16:00 Concierto- testimonio. Seminaristas de Madrid.

18:00 Eucaristía presidida por nuestro Obispo, el Cardenal D. Antonio M Rouco Varela.

Don Fulgen, espero que lo publique... Por cariño y respeto a lo que un día fue su casa.

Desde aqui ofrecerme también a acompañaros a todos los que queráis visitar el Seminario de Madrid... Para los más pequeños he de deciros que se parece al Castillo de Harry Potter, ¿Hogwards se decía?

Anónimo dijo...

Qué clarito habla el Papa! Se diría que hablaba de mi.