jueves, marzo 01, 2007

Dios no fracasa

Honradamente te diré que no sé si he citado este texto anteriormente. De ser así, me disculpas. Hace no mucho, el Papa tuvo un encuentro con los Obispos suizos. Me imagino, a juzgar por las palabras del Santo Padre, que estos Obispos está un poco, digamos, desanimados. El caso es que el sucesor de Pedro les dirigió una homilía muy breve cuyo tema era “Dios no fracasa”. Finalmente, al término de sus reuniones, les regaló un discurso que no tiene desperdicio.
Quizás la idea central del mensaje esté contenida en las siguientes líneas:
Ante todo, tenemos el tema de "Dios". Me han venido a la mente las palabras de san Ignacio: "El cristianismo no es obra de persuasión, sino de grandeza" (Carta a los Romanos, III, 3). No deberíamos permitir que nuestra fe se disuelva en demasiadas discusiones sobre múltiples detalles poco importantes; al contrario, debemos tener siempre ante los ojos en primer lugar su grandeza.
Recuerdo que cuando iba yo a Alemania, en las décadas de 1980 y 1990, me pedían entrevistas y siempre me daban por anticipado las preguntas. Se trataba de la ordenación de mujeres, de la anticoncepción, del aborto y de otros problemas como estos, que vuelven continuamente a la actualidad. Si nos dejamos arrastrar por estas discusiones, entonces se identifica a la Iglesia con algunos mandamientos o prohibiciones, y a nosotros se nos tacha de moralistas con algunas convicciones pasadas de moda, y la verdadera grandeza de la fe no se aprecia para nada. Por eso, creo que es fundamental poner de relieve continuamente la grandeza de nuestra fe, un compromiso del que no debemos permitir que nos aparten esas situaciones.

¿Seremos tú y yo capaces de PONER DE RELIEVE CONTINUAMENTE LA GRANDEZA DE NUESTRA FE?. 2x1.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Ful!

Hoy he intentado hacer ese ejercicio de 2x1, ni más ni menos que en Emiratos Árabes. Como no podía ser de otra manera, ¡fracaso total!

Es lógico, no se puede compartir con quien no quiere compartir.

Al hilo de todo esto, pensaba que en otras ocasiones tenemos gente a nuestro alrededor con ganas de compartir y no nos damos cuenta, a veces incluso esas personas no muestran su intención por timidez.

¡Seguiremos con el intento!

Fulgencio Espa dijo...

Pitilinacio: de fracaso total NADA. Como primera medida, me has hecho muy feliz. Te lo aseguro. Por eso, un gran GRACIAS de parte mío y, quizás, de parte de Dios.
Segunda cosa: si el tipo/a de Emiratos se hubiera abierto, ¿qué cosas podría haber aprendido él de tí y, también, tú de él? un montón, así que bien por ello.
Y tercero: no pierdas entusiasmo. A mi me lo has contagiado, ahora que parto para la Javierada.
Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Una más.. ayer me encontré con una persona que decía haberse querido suicidar dos veces sin conseguirlo, le hablé de su dignidad como persona, de que la vida no le pertenecía, de que en el Hogar de Belén siempre tendría Amor, aunque nosotros los humanos no hubiéramos sido capaces de dárselo, que se dejara querer, que fuera por una Iglesia y buscara la confesión con un sacerdote... decía era o fué creyente.., quise mirarla con ojos de amor y aconsejarla lo mejor que supe..., ojalá lo consiguiera, a pesar de mis limitaciones. .
Aunque no lo queramos siempre algo queda , pienso yo... Dios no fracasa...

Catalina de Jesús dijo...

Hola Ful:
Poco a poco voy leyendo tu blog, y me ha llamado la atención esta entrada.
A mi siempre me llama la atención que los cristianos dediquemos tanto tiempo a debatir sobre esto y lo otro, y lo de más allá...Eso demuestra lo mucho que nos falta aun de progresar en visión sobrenatural, en "ver" las cosas cómo las ve Él, con su medida.Esto, sin duda, no lo podemos conseguir nosotros con nuestro esfuerzo, es obra del Espiritu Santo.Nosotros, lo que podemos hacer es dejarnos "invadir" por Él, y dejar que nos vaya transformando.
En relación con esto, me gustaría compartir con vosotros que una de las mayores sorpresas de mi vida, ha sido descubrir lo sencillo que es el Señor, lo mucho que complicamos nosotros las cosas, lo fácil que es todo con Él,su inocencia, su ternura, su transparencia.Todo se simplifica,ya no hacen falta palabras, cómo a una madre no le hacen falta palabras para comunicarse con su bebé, basta sentirse el uno al otro asi de cerca.
Llega un momento, en el que te das cuenta, de que nada más puedes hacer que irte delante del Sagrario y postrarte ante tu Señor...y dejar que Él se encargue de todo, que ya sabrá él mejor que tu cómo usarte para sus planes, que no son los tuyos...
un abrazo desde Caná,
Catalina