Mítico

Cuando vi aquella película quedé entusiasmado. Breve encuentro ("brief encounter"), de David Lean. Habla de una familia, de una mujer, de un médico, de un tren, de una ciudad... de cosas normales. Habla del amor. Es delicada, serena, breve y concreta. Es fantástica. ¿Quién dirigió aquello?, me pregunté. David Lean, es la respuesta. Blanco y negro en el celuloide. Color para el alma.

Investigué. También dirigió otros peliculones como Lawrence de Arabia o el doctor Zhivago. Pero la que tengo grabada en mi memoria es "el puente sobre el río Kwai". Ayer tuve la ocasión de volver a ver el comienzo de ese film: me emocioné ante ese mítico silbido, esa mítica canción que canta aquella tropa inglesa presa en medio de la selva a manos de los japoneses. Canción mítica, película mítica, director mítico.

Parroquia mítica. Lo pensaba ayer: Sydney es la punta del iceberg de la actividad de jóvenes, pero, ¿qué hay de las horas de confesonario, de la atención a los enfermos, de las decenas (cientos) de charlas de formación, de la exposición del santísimo, de la atención personal, de la dedicación de sus pastores?.

Ojalá al cabo de los años, como cuando escuchaba yo ese canción tan estupenda, muchos de estos chicos (y no tan chicos) ya maduros puedan recordar un momento especial de sus vidas donde escucharon y entendieron lo armónico que es ser cristiano. Y para eso colaboró una parroquia, para entonces, mítica, como David Lean o aquel puente sobre aquel río...