miércoles, agosto 16, 2006

¡Una de fotos!

Se trata de dar un poco de envidia, y para ello nada mejor que hacer un repaso de nuestra estancia en Polonia explicando algunas fotos.
La primera muestra el jardín de entrada a la residencia de Varsovia. Lo cierto es que la casa dio mucho juego, porque era estupenda. La capilla era muy bonita, grande y muy limplia. Allí tuvimos las primeras meditaciones, que son siempre las más difíciles, porque la gente viene un poco 'fría'. No llegamos a celebrar la Misa en ella, porque lo hicimos en lugares emblemáticos de Varsovia y sus alrededores. Además, la comida en esta casa era estupenda, hasta el punto que regalamos una bufanda del real madrid al cocinero. Estaba encantado. Se la puso y todo, describiendo una parábola magnífica que rodeaba su hermosa barriga. Le dimos la mano y se puso muy contento: parecía el último fichaje del equipo blanco, aunque encontrarle un puesto iba a ser difícil (quizás de portero, porque ocupaba mucho). Las habitaciones nuevas, estupendas, y el ambiente óptimo. Fue un sitio fantástico.
El primer día de visita a Varsovia nos detuvimos en las estatuas de los heroes polacos. Es bueno rescatar aquí la figura de Wycynski, o como se escriba. Fue la mano dura contra el comunismo y en favor de la libertad, y participó, cuando era sacerdote, en los levantamientos de obreros en favor de la libertad. Fue el gran defensor de la libertad en Polonia y de su religiosidad. Un ejemplazo para todos.
Ese mismo día visitamos la plaza central de Varsovia, y el castillo palacio. La guía hablaba un inglés muy básico, y los más jóvenes se dedicaron a chincharla. Al principio yo ponía cara de enfado y reproche, pero lo cierto es que eran tan divertidos que, si me descuido, acabo haciendo yo también el tonto. Entonces ya se comenzaba a formar un grupo, y los que venían más sólos podían ambientarse. El heladito, la cervecita, los ratos de oración, los paseos... todo completaba una convivencia estupenda. Ya entonces el viaje tenía buena pinta. Muy buena. Continuará...


3 comentarios:

Anónimo dijo...

el primer día en varsovia confirmó la buena pinta q tenía el viaje y lo bien q stuvieron los sucesivos!
es increíble con q
qué ánimo nos enseñaban en la palacio reconstruido tras la guerra, y cómo todos los monumentos están recubiertos de flores y velas. Marek nos explicó las luchas por escribir "Polonia Lucha" .Los polacos tienen presente el dicho "mucho te quiero perrito pero pan poquito". y es q con los hechos y también las atenciones se han mantenido unidos. a dónde vamos el año que viene???

Anónimo dijo...

Se trata de dar un "poco" de envidia...
¿Fomentando un pecadillo capital, Don Fulgencio? Que ya sabe sabe que un pecado lleva a otro..

Anónimo dijo...

Ful, ¿sabes que dar envidia es malo?
Muchas gracias por esta envidia, pero no pares