miércoles, agosto 02, 2006

Un guardia civil, un numerario y el cura

Antes de nada, recordad que hoy es el cumpleaños de María Postigo. Muchas felicidades. Pedimos a Dios por ti y por tu familia.

¿Quién dijo que España es un estado 'laicista'?. Antes de ayer nos juntamos en Villalba, para la sobremesa, tres compañeros de colegio. Hasta aquí, todo normal. Hablamos de nuestras cosas, de los tiempos del colegio, de las perrerías que hacíamos de niños, de aquella vez que tú hiciste tal cosa, de aquella otra donde te echaron... Lo típico. De lo más usual. La única diferencia: que ahí estabamos el cura, un guardia civil y un numerario del Opus Dei. El mayor, de 28 años. Y encima, el que está casado, tiene ya tres niñas, que no es precisamente lo más típico. De hecho, en la piscina, el que corta el cesped se quedó mirando a las gemelas, que tienen pocos meses y nos espetó: "¡Hay que ver, Álvaro!, a quién se le ocurre...". Faltaba un médico para representar a todas las fuerzas vivas.

No tengo que añadir que nos lo pasamos bomba. Luego el guardia civil se fue a su casa con su mujer y sus hijas, y Juan, que así se llama el tercer hombre, me llevó a la parroquia de Villalba. Celebré la Misa de la tarde y cené con dos parejas, preparando el bautismo de una de las chicas, que ha decidido, a los 20 años, hacerse cristiana. Esta mañana, recogido todo, he cerrado la parroquia y me iba pitando, porque había quedado y tenía, además, que ir al banco. Pero resulta que no encontraba las llaves del coche. Donde estarán, aquí no, allá tampoco... y repasando repasando me acordé: ¡Me las he dejado en el coche de Juan!. Horror. He tenido que llamar, me han traido una copia que tenía en casa desde Madrid... en fin, una mañana tremenda. Y todo por las dichosas llaves, que tendré que recoger mañana.

Esta tarde pensaba en todo esto y me hace bastante gracia, porque a muchas personas les pasa esto mismo. Ponen todo a punto, tienen la idea de lo que deben hacer, va todo fenomenal... pero les faltan las llaves. La pereza es una cosa muy simple, pero que bloquea muchísimo. Gran cantidad de cosas que podríamos hacer se quedan en el tintero por este vicio tan simple como demoledor. Sabemos qué es lo bueno, sabemos el camino, conocemos los métodos, pero nos falta la fortaleza y la diligencia de llevarlos a cabo. Y la pereza engendra caos, como mi mañana de hoy. Lía a mucha gente, atasca muchas iniciativas y, sobre todo, (con perdón), cabrea bastante.

En fin, ánimo y diligencia. Y quien dijo que ya nadie cree en España, y que los grandes valores no existen, siempre puede vernos a nosotros tres: sin llaves, pero muy firmes.


2 comentarios:

MedicodelaPaz dijo...

Querido Blogger,

Perderías las llaves del coche, pero siempre te queda el Buen Samaritano, el que pasa oculto, el que no se ve pero que a su vez actúa. Mi más sincera gratitud al Buen Samaritano que te llevó las llaves, desde aquí lo oculto se lee.Porque nos tienes que llevar a Polonia mañana, ¿recuerdas?

En cuanto a FUERZAS VIVAS dejëmoslo; los mëdicos hace tiempo que dejamos de serlo por eso no nos unimos a vuestra comida; no porque no nos invitaseis sino porque nos hemos convertido en los nuevos Samaritanos abandonando a las Antiguas Fuerzas Vivas... Ful Renovarse o morir...

Un comentario desde aqui a Fr Stephen, porque no nos dice usted ¿cuales son las 3 características para ser un Buen Sacerdote?

Anónimo dijo...

Muy buenas Ful, espero que lo paséis muy bien en Polonia.
Veo que cada vez recibes más visitas, esto va viento en popa.
Un fuerte abrazo
Acha sin hache