viernes, diciembre 29, 2006

Balance

El profesor Keatting juntó a todos sus alumnos en el hall de entrada del College al que orgullosamente pertenecían. Hizo que todos los muchachos observaran las fotos que ilustraban las paredes. Eran chicos de 16 años, igual que ellos, con sus mismos uniformes… alumnos de ese mismo College muchos años antes.
Es en este momento cuando Keatting se dirige a ellos con palabras memorables: "Quisiera que se acercaran aquí y examinaran estas caras del pasado. Las han visto al pasar, pero no se han parado a mirarlas. No son muy distintos de ustedes ¿verdad? El mismo corte de pelo... repletos de hormonas, igual que ustedes. Invencibles, como ustedes se sienten... todo les va viento en popa, se creen destinados a grandes cosas... como muchos de ustedes... ¿creen que quizá esperaron hasta que ya fue tarde para hacer de su vida un mínimo de lo que eran capaces? Porque estos muchachos están ahora criando malvas ¿comprenden señores? Pero si escuchan con atención podrán oír cómo les susurran su legado. Acérquense, escuchen... Caaarpeee Diiieeem! ¡aprovechad el momento, chicos! Haced que vuestra vida sea extraordinaria".
Llegamos al fin de año. Momento de hacer balance. Mucha gente usa el Carpe Diem, el vive el momento, como sinónimo de falta de compromiso y desenfreno. Otros pensamos que se vive el momento haciendo de nuestra vida algo extraordinario. No es mala idea sentarse a pensar qué hemos hecho este año, que cosas podríamos mejorar en el año próximo, y renovar nuestra confianza en Dios para no dejar para más tarde las cosas grandes que en esta vida podemos realizar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Durante el año 2005 se "practicaron" ( vulgo ejecutaron ) 91664 interrupciones del embarazo ( en español asesinatos ) según el Ministerio de Sanidad , alcanzando la muy redonda cifra de 1 millón de desde la incorporación democrática de la muerte en 1996. Ningún retrato suyo cuelga en ninguna pared . Quizás sea el momento para esforzarnos mas en que el año que viene otros puedan tener la oportunidad que cobardemente no les dimos a ellos de vivir el día. Los santos inocentes de nuestro silencio también son nuestra responsabilidad.