miércoles, abril 16, 2008

Cuando vas deprisa...







... y te topas con gente lenta, ¡ten paciencia!.



Al final de los días se nos examinará no de haber hecho mil cosas, sino de haber atendido a cada una de ellas con dedicación.



Paciencia, y tranquilidad. Al término podrás seguir con tu tarea.



Lo digo porque la primavera la sangre altera, y la gente se cabrea con facilidad: en el atasco, en la cola del baño (especialmente las hermanas entre sí 'qué salgas ya! dice una, mientras la otra se pone monísima), en la conversación con Billy el rápido, e incluso con el microondas, pensando porqué no va más deprisa.



Paciencia, tranquilidad...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Qué bien! No es casualidad que haya leído esto hoy... ¡precisamente hoy!
¡Viva la providencia!

Gracias, Ful

(Jorge me acaba de enseñar a publicar comentarios con mi nombre. Me cuesta admitirlo pero..., me adelantan por la derecha... en bastantes cosas.)