jueves, abril 24, 2008

Biblioteca

El otro día estaba estudiando en una biblioteca, pontificia ella, llena de dos clases de personas: niñas de trabajo social y psicología, y religiosos, sacerdotes y futuros sacerdotes. El contraste es estupendo: durante estos meses, la sala de lectura está llena del gremio celibatario; cuando llega Enero o Mayo, los clérigos y futuros se retiran para dar paso a las 'psicólogas' que aparcan su mini en la puerta y taconean terriblemente durante cientos de metros para alcanzar su puesto al final de la sala... En Enero todavía la cosa tiene un pase; en Mayo imposible estudiar ahí. Y no precisamente por problemas de ruido: el verano sienta muy mal a algunas...
Total, que ahora tocan los meses de los que estudiamos de verdad. Ahí estaba un servidor, dándolo todo, cuando se acercó una chica y le comentó nosequé al que yo tenía al lado. Yo ya había echado un ojo a los apuntes de ese muchacho: cristología. Se ve que era futuro sacerdote de alguna diócesis o religioso cualesquier. El asunto es que la otra le debió preguntar por alguna celebración de su parroquia, comunidad o lo que sea. Y este contestó que tenían un plan estupendo, que patatín y patatán, y al término dijo la siguiente frase, que ya he escuchado en otras ocasiones pero que nunca había pensado tanto: "la celebración de la Eucaristía estará animada por nosotros y luego...".
Animar una Misa. ¿Acaso la Misa no tiene anima, o sea, alma?. ¿Qué es animar?:
Animar. (Del lat. animāre).
1. tr. Infundir vigor a un ser viviente.
2. tr. Infundir energía moral a alguien.
3. tr. Excitar a una acción.
4. tr. Hacer que una obra de arte parezca dotada de vida.
5. tr. Comunicar a una cosa inanimada mayor vigor, intensidad y movimiento.
6. tr. Dotar de movimiento a cosas inanimadas.
7. tr. Dar movimiento, calor y vida a un concurso de gente o a un paraje. U. t. c. prnl.
8. tr. Dicho del alma: Vivificar al cuerpo.

¿Acaso alguno de estos significados se puede aplicar a la Misa?.

Tenemos que rezar mucho. La Misa no se anima, hermano. La Misa ya tiene su alma por sí sola. Se celebra, se vive, se reza...
Esto sí me da miedo, que muchos piensen en dotar de alma a la celebración eucarística, y no si ZP dice, si Esperanza hace, o si Llamazares no sabe si cortarse las venas. Me importa mucho más vivir la Misa. Y que los suyos la vivan también.
Ánimo.

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