sábado, octubre 27, 2007

Un cura se confiesa

Ese era el título de una obra de José Luís Martín Descalzo que recuerdo haber leído poco antes de entrar al Seminario. Cuenta su propia historia, y me gustó mucho: normalidad. Sólo recuerdo, con todo, una cosa. Cuenta que estando en el seminario menor fue a su casa, al pueblo, para el verano. Allí conoció a Marisol, y se enamoró de ella. Tenía 15 años, y se enamoró como se enamoraban antes los chicos de 15 años. Quizás habló con ella 3 veces, pero era una cosa muy sentida por él: le entusiasmaba la tal Marisol. Lo cierto es que al final de verano se dio cuenta de que aquello no debía ni podía ser si quería ser sacerdote, de modo que aprendió una lección de un modo muy sencillo y natural; delicado.
El resto del libro cuenta, recuerdo ahora, algunas otras cosas de interés. Su estancia en Roma, en el colegio español, en Piazza Nabona. El interés intelectual de los alumnos, el compañerismo... ¡Qué cosas tan bonitas!.
A mi también me ha dado por ser "un cura (que) se confiesa". Pero contaré lo que me dé la gana. No habrá grandes historias, e imagino que para quién no me conozca serán relatos que traen por una friolera. Por el contrario, a los amigos y personas queridas les pasa como a los niños: les encantan las historias. Por eso yo voy a contar algunas, las que me dé la gana; ideas, sentimientos u opiniones. Lo que viene siendo el blog. Pero, si cabe, más personal. Por otra parte, soy bastante reservado para muchas cosas (las importantes), así que no conviene esperar la sinceridad de Martín Descalzo...
Hala pues: una nueva andadura en el blog... Igual que siempre, mejor que nunca.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La idea de abrirnos hasta donde pueda sus sentimientos me parece Genial.Conocimientos recibimos muchos,el corazón se nos entrega poco.Le hablo,don Ful como persona que espera de los curas eso,una cura del alma tan atosigada hoy dia.Ah! digale a don Juan Luis que ni piense en abandonar.Soy la cuñada de Jose Mari Valero.Me llamo Janusa

Anónimo dijo...

Pues yo tambien animo a D. Ful a que cuente "sus" cosas (aunque de manera natural, con la edad será más facil explayarse). Seguro que causará similar impresión que el padre M. Descalzo.

Anónimo dijo...

Hola. Buscando releer el libro Un cura se confiesa, me encontré con esta página y al leerla me pareció hayar una curiosa coincidencia. Leo en la página que el autor (D. Ful) leyó el libro Un Cura se Confiesa al entrar al Seminario. En mi caso, yo lo lei al salir del Seminario (me animó a tomar la decisión que ahora, a lo largo, me parece fue correcta). Saludos. Soy de Guadalajara, Jal. Mex.