domingo, octubre 28, 2007

Comunidad, colectivo y caídos por Dios

Cuando se dice "comunidad de vecinos" o "todo el colectivo" (refiriéndose, por ejemplo, al ministerio fiscal) nadie pensará que con ello se sostiene una política de tipo comunista. Es cierto: las palabras 'colectivo' y 'comunidad' son palabras con las que los regímenes totalitarios comunistas hicieron su agosto. El 'colectivo obrero'; la importancia de la 'comunidad' y un largo etcétera. Expresiones muy usadas en la Rusia comunista. ¿Significa esto que el uso de esas palabras implica un matiz de 'izquierdas'? En absoluto. Comunidad de vecinos = reunión de comunistas. ¿Acaso cosa más absurda?.
Los mártires de España cayeron por Dios; por su amor a Dios, a la Iglesia y a su país, especialmente la fe en España. ¿Acaso alguien identificará esto con política y desvirtuará así un acto esencialmente religioso? Afirmar que no pocos cayeron por Dios no es una afirmación 'franquista': es verdad lo diga Franco, Stalin o Charles Chaplin. Es una realidad que, además, es de orden (repito) esencialmente religioso, como la comunidad de vecinos es una realidad de orden convivial y no político, o el colectivo fiscal hace referencia a la justicia. Y si esto lo afirma Carlos Marx, Angelica Jolie o Alfredo Landa estaremos muy de acuerdo con ellos.
Que determinados gobiernos o personan usen determinadas expresiones o palabras no significa que sean sólo suyas, ni que sean verdad, ni que sean mentira. Significa sólo que las usan. Y si nosotros las consideramos ciertas, las usaremos también, y diremos Comunidad de vecinos, comunidad de Madrid, caídos por Dios y lo que nos apetezca...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Está meridianamente claro lo que dice. Sin embargo, ahondando en los asesinatos de pre(y pos)guerra, puedo entender que hayan rencores porque (esto es casi una perogrullada) la guerra fraticida es horrible. Hubieron asesinatos provocados por odios, envidias, venganzas y rencores ¿Quien no ha tenido familiares implicados?.

El Santo Padre Juan Pablo II hizo una llamada general de perdón a la Iglesia que me pareció genial, porque ahi podemos incluir todo lo que queramos, desde la Inquisición hasta nuestros días (y la Iglesia, que somos todos, es Santa pero sus componentes pecadores).

Precisamente las últimas beatificaciones de mártires caidos (como las anteriores) suponen un acicate para superar el odio con amor, venganza con perdón, rencor con alegría. Rogamos a los beatos porque, con su ejemplo, sobreabunde el bien en nuestra Patria.