jueves, febrero 15, 2007

Sólo podemos hacer fiesta

Si Dios no existe. Nietzsche. Dios, por tanto, sería un auténtico aguafiestas. Está bien pensado, y, a su modo, es un razonamiento bastante extendido. Dios como límite, Dios como una obligación, Dios como tarea.
Y en realidad es todo lo contrario. Cambiemos la frase: Sólo si Dios existe se puede hacer, de la vida, una fiesta. La fiesta de la alegría, de la paz interior, de la fecundidad, del amor. Con Él podemos.
El confiar y amar la propia vocación es la concreción más determinada de esta fiesta permanente. Amar lo que eres, porque Dios te ha querido así. Confiar tu futuro en manos de Dios, porque el quiere lo mejor para ti. Sea lo que sea. Por eso, el entusiasmo familiar, sacerdotal o lo que sea debería arrastrar: porque es la fiesta de la vida.
Sólo contando con Él harás de tu vida una auténtica fiesta. Verdaderamente
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P.D.: HOY, CONFERENCIA "EDUCACIÓN PARA LA CIUDADANÍA, ¿INGENIERÍA SOCIAL?" A LAS 20H30, EN LA PARROQUIA. ¡TE ESPERAMOS!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sólo con la existencia de Dios cobra sentido la frase "porque la vida puede ser maravillosa". Genial Andrés Montes.