Anecdotas del camino I

Para que los puristas no se pongan nerviosos, advertiremos de comienzo que durante los proximos diez dias las letras de este blog careceran de tildes, porque el teclado del ordenador donde voy a escribir no me lo permite. Paciencia.
No recuerdo muy bien el pueblo. Se que estaba justo antes de Villafranca de Sirga. Alli estuve rezando cerca de 40 minutos. Entre tanto, los chicos hacian su etapa, divirtiendose, charlando, e incluso creando un politono nuevo para este verano. Total que, a la salida de la Iglesia, estuve charlando con una anciana que cuidaba del orden del templo y de la atencion a los peregrinos. Y me conto una historia que me conmovio:
"Hace pocas horas -comentaba- ha pasado por aqui un frances que ha comenzado el camino desde la puerta de su casa. Llevaba ya mil kilometros. Y el pobre tenia fatal la espalda, porque, ademas de los 73 veranitos, la espalda no es que la tenga perfecta".
Entonces, yo le pregunte la razon por la cual ese hombre hacia el camino, ya que muchos lo hacen por un mero interes cultural, ecologico o Dios sabe que.
"Resulta que este hombre -continuo la buena mujer- hizo una promesa a Dios. Su hijo se suicido hace tiempo, y desde entonces le habia prometido a Dios hacer el camino andando para pedir perdon por el pecado de su hijo y rogarle asi que le tenga en el cielo junto a El. No habia podido hacerlo ".
La historia me dejo impresionado. Se ve que los padres aman siempre a sus hijos aun despues de muertos, hasta el punto de hacer muy grandes sacrificios por ellos. Que grande es el espiritu humano cuando funciona por amor. Que grande!.