Recuerdos

Estaba viendo la final de la copa de la UEFA. Sentimientos encontrados. Mi padre, sevillano. Yo, como buen madridista, soy bastante afín al Español, porque de toda la vida nos hemos llevado fetén. Esto de no tener un preferido es un poco rollo: siempre te da la sensación de que pierdes, aunque también ganas. No me gusta. Prefiero las apuestas a todo o nada, la verdad.
Lo cierto es que el partido me trae muchísimos recuerdos. Ver al chingurri en el banquillo, al Español en la final de la copa, y los comentaristas hablando de las dos copas de la UEFA del Madrid… Si pienso en los 10 primeros años de mi vida, tengo muchísimos recuerdos ligados al deporte: aquel España-Malta (aunque era pequeñísimo), aquel gol de Platiní a Zubizarreta en la final de la Eurocopa (cuando aún jugábamos al fútbol), la tragedia del estadio de Bruselas (que creo que se saldó con una copa de Europa de la Juventus y una sanción ejemplar contra el Liverpool, que estuvo 10 años fuera de Europa), las gestas de Perico Delgado (recuerdo a mi madre llorar de emoción cuando ganó el tour de Francia) e incluso aquella final de la que todo el mundo habla, con Clemente en el banquillo y el madridista cedido al Español Losada fallando el penalti.
De entre todos esos recuerdos un ha venido hoy muy especialmente a mi memoria: hoy hace 20 años recibí por primera vez la comunión. No sé tú, querido lector, que recuerdos tendrás de aquel momento. Yo tengo un recuerdo muy nítido de todo. Recuerdo al sacerdote, Don Pedro, un clásico del colegio. Recuerdo que me dieron la comunión y me puse de rodillas, y no me olvido en absoluto de lo que le dije al Señor: llevo 20 años diciéndole lo mismo y mucho más. ¡Qué ilusión la de aquel día!. Hoy lo pensaba mientras celebraba, viendo cómo han cambiado las cosas con los años y aquella proximidad que a mi me parecía insuperable ha quedado refrendada por años cerca de altar y los tres últimos casi ‘encima’ de él. Veinte años de la primera comunión, y once de comunión diaria. Se dice pronto. Y con todos esos regalos, sigue uno donde sigue… ¿se puede ser más ‘zopenco’?. Me consuela pensar el Él cuenta con ello. E incluso le satisface. ¡Somos así!.