lunes, mayo 07, 2007

Entre col y col...

Lechuga. Y entre foto y foto, argumento. Seguiré poniendo fotos del camino, pero me gusta hacer un alto en el camino. He estado en el banco Sabadell, y he visto que existe una cuenta senior cuya publicidad dice así: “yo no cuento mi experiencia, la vivo”. Todo el folleto trata de convencer al jubilado de que su vida tiene sentido precisamente ahora, y no anclada en un pasado más o menos estupendo.
Yo estoy muy de acuerdo en eso de vivir la ‘experiencia’. Podría contar muchas cosas sobre lo estupendo que es ser sacerdote. Pero me conformo con ‘vivirlo’. Se trata de un presente apasionante, lleno de horizontes profundos, trascendentes, grandes. Sólo un paseo por quinto o sexto de primaria o una mañana de domingo normal harían que todo mereciera la pena. Y aunque se hubiera dispuesto de otra manera, ¡también!. Es como aquel sacerdote alemán que, ordenado en la cárcel por su obispo no pudo celebrar siquiera su primera Misa porque fue ejecutado ese mismo día. ¡La celebraría en el cielo!. Claro que sí.
Y esto se ve que no me pasa a mi sólo. Atentos al estudio de una universidad de Chicago:

MADRID, 03 May. 07 (ACI).-El National Opinion Research (NORC) de la Universidad de Chicago publicó en su sitio web una estudio en el que destaca que las personas que realizan una labor de servicio a los demás son las más felices; y entre ellas, los sacerdotes y pastores son los más felices y satisfechos de todos.

Según informa el diario español La Razón, este estudio realizado durante más de tres décadas (1972 - 2006) entre más de 27 mil personas, demuestra que en Estados Unidos, después de quienes ejercen alguna labor de liderazgo religioso, los fisioterapeutas, bomberos, administradores del sector de la enseñanza, pintores, escultores y artistas, profesores y autores son quienes más satisfacción tienen en su labor.

"Esperábamos que los trabajos más prestigiosos fueran los que proporcionaran más satisfacción y felicidad pero las profesiones mejor clasificadas son las que implican cuidado y ayuda a los demás", explica Tom Smith, director general de NORC.

"Mi trabajo me permite dar ayuda a otras personas y a verlos progresar tanto en lo espiritual como en lo personal" afirmó el P. Mayo, uno de los sacerdotes que participó de esta gran encuesta.

De otro lado, los abogados, médicos y banqueros, que podrían ser consideradas como las profesiones más satisfactorias por algunos debido a los elevados ingresos que por lo general perciben las personas que realizan estas labores, no tienen la felicidad asegurada. Solo el 58 por ciento de los médicos y el 52 por ciento de los abogados se declararon muy satisfechos con su labor profesional.

El estudio también demuestra que los camareros y cajeros son quienes menos satisfechos están con su labor.

1 comentario:

almudena dijo...

Estoy de acuerdo en que las profesiones más satisfactorias son aquellas en donde se implica y exige la ayuda a los demás. Yo soy profesora y lo puedo atestiguar, he pasado algunos años en trabajos varios en sectores muy diferentes y nada me ha dado lo que obtengo de la enseñanza; sí mucha dedicación y esfuerzo constante, horizontes profundos como dices...pero el día a día no lo cambio por nada. Y espero que siga así por muchos años, yo en cambio añado que a esta profesión le hace falta mucha "espiritualidad" en ocasiones ves compañeros/as que han perdido toda ilusión y fuerza para dedicarse a esto y te das cuenta que en realidad lo que no tienen ya es el alma puesta en su labor, lo hacen sin más. Y claro cuando estás con personas que se están haciendo y a las que se deben transmitir tantas cosas....no creo que sea posible hacerlo sin un norte sin un horizonte fuera de los meramente curriculares.