El mundo al revés...

El se levanta por la mañana. Ella también. Van a trabajar. Se conocen. Comen. Se lo pasan bomba. Se tiran en globo, esquian en una montaña estupenda, montan en metro, comida japonesa, fiesta nocturna, coches fabulosos... Siguiente escena: vestidos los dos de boda, entrando juntos en la Iglesia. El comenta: "chica, parece que fue ayer". Y ella contesta: "es que fue ayer".

No sé si recordáis este anuncio, en la tele, que además de ser simpático es bien significativo. Un día se conocen, al siguiente se casan. Lo importante: vivir mucho y pensar poco.

Hoy, fiesta de Santiago, me doy buena cuenta de lo importante que es, por un lado, acumular experiencias, pero también, por otro, pensar mucho. Algunos se han empeñado en dar la vuelta a esta sociedad como a un calcetín, y debemos pensar si esto es lo más adecuado para nosotros y vuestros hijos. España, como Europa, se ha constituido sobre tres pilares claros, como son el derecho romano, el judeo-cristianismo y la influencia de los bárbaros. Esto significa que, si no queremos una sociedad débil, carente de valores y al arbitrio de la primera moda cultural 'de paso', debemos afianzar estos pilares con todas nuestras fuerzas.

En este sentido, podemos aplicarnos a entender y defender los valores fundamentales que nos han hecho crecer: la familia como hombre y mujer que contribuye al bien de la sociedad con su estabilidad y los hijos, el valor de la vida humana como don sagrado de Dios, el respeto y el servicio a los demás como elemento prioritario de la convivencia.

Es necesario persuadirse: es mejor una sociedad de raíz cristiana que cualquier otra cosa. Hoy, día de Santiago, es bueno que pensemos si esto se puede decir de España, y que tomemos las medidas que haya a nuestra mano...