"El padre y la madre se han dicho un "sí" total ante de Dios, lo cual constituye la base del sacramento que les une; asimismo, para que la relación interna de la familia sea completa, es necesario que digan también un "sí" de aceptación a sus hijos, a los que han engendrado o adoptado y que tienen su propia personalidad y carácter. Así, éstos irán creciendo en un clima de aceptación y amor, y es de desear que al alcanzar una madurez suficiente quieran dar a su vez un "sí" a quienes les han dado la vida".
Es típico: "la Iglesia siempre poniendo problemas". Si hay un embarazo por accidente, no se puede abortar. Si te gusta tu novio, no te puedes acostar. Si no queremos tener más hijos...
A mi me parece que esta valoración depende del enfoque. Es más, me parece que la Iglesia es la única institución que confía en que los problemas se pueden superar y no sólo eliminar. Si se da un embarazo desafortunado (si es que existen), la Iglesia te dice: ¡ánimo!, puedes con esta aventura. Si tu matrimonio pasa por dificultades, sólo hay un lugar donde te dicen: ¡continua!, y es la Iglesia. Si tu padre es anciano, y te parece que ya no vale la pena su vida, la Iglesia dice: quiérele hasta el último día; es tu padre. Es el si permanente que la Iglesia pide de sus fieles: un si que en el matrimonio es el amor entre los esposos, la aceptación y amor a los hijos y vivir cara a Dios.
Hoy me voy de convivencia con 20 muchachos. Confío poder contaros algo desde el Pirineo. En cualquier caso antes de que acabe la semana estaré de vuelta. Ayer batimos record de entradas. Visitan este blog de todas las partes de España (saludo especialmente a los murcianos, que son muchos), e incluso un turco. Rezad por nosotros, para que el viaje vaya bien, y seguid encomendando a un niño que aún sigue sufriendo en el hospital.
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