miércoles, julio 12, 2006

De Colonia 2005 a Valencia 2006



"Es mucho más bello ser útiles y estar a disposición de los demás que preocuparse solo de las comodidades que se nos ofrecen. Yo sé que vosotros como jóvenes aspiráis a cosas grandes, que queréis comprometeros por un mundo mejor. Demostrádselo a los hombres, demostrádselo al mundo, que espera exactamente este testimonio de los discípulos de Jesucristo y que, sobre todo mediante vuestro amor, podrá descubrir la estrella que como creyentes seguimos". Después de la invitación de Benedicto XVI, no sólo los jóvenes sino las familias enteras hemos demostrado al mundo la alegría de ser cristiano; la alegría del sacrificio, la entrega, la abnegación... la alegría de amar de verdad.
Este blog tiene una única intención: que la paz y alegría que disfrutamos aquellos que estuvimos con el Papa en Valencia se contagie a todos cuantos lean estas líneas.
Acudimos a la capital del Turia cerca de 450 fieles de la parroquia Santa Teresa Benedicta de la Cruz de Madrid. Fue una experiencia única, con más de 160 muchachos de menos de 14 años, durmiendo en el duro asfalto a la salida de un tunel, escuchando las palabras del Papa entre los calores levantinos y los juegos de los niños.
Por eso, porque no siempre se escucha todo lo que se dice, en este blog se mezclará la lectura comentada de los discursos del Papa con los testimonios personales de alguno de los asistentes. Aprovecha y piensa que significa para ti la vida, el amor, la familia, la educación o la libertad. Piensa un poco; piensa algo, y no te dejes llevar. Merece la pena.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hacia mucho calor, las incomodidades varias, la alegria y la satisfacción total, esa alegria que solo Dios puede darnos.
Al final de la jornada los pies cansados, la espalda dolorida y el corazón lleno de gratitud por esta amistad verdadera que el Señor nos ha regalado.
Gracias por la familia, por el Papa y por vuestra compañia y amistad en esta peregrinación y en la peregrinación de la vida.

Anónimo dijo...

Estuvo bastante bien esta experiencia que, aunque no era nueva para mí, fue totalmente diferente a lo que yo me imaginaba: muchísimo calor durante el día, y bastante fresco por la noche.
A pesar de no tener "a mano" una pantalla gigante, las palabras del Papa no se les van a olvidar a nadie, así como tampoco esa noche sobre el asfalto...

Anónimo dijo...

Yo nunca había salido de Madrid para una experiencia tan auténtica como ésta. Había estado con el Papa en Colón, pero no hubo ni que dormir en el suelo ni nada parecido.
Ha sido espectacular, tener al Papa a solo unos metros con esa sonrisa que te dice que se lo ha pasado bien y que cumple bien su misión de Pastor de la Iglesia.
Que todos sepamos seguir su ejemplo.

Anónimo dijo...

Volvemos a Madrid exhaustos pero felices y muy impresionados. Analizándolo, pueden ser dos los motivos de tanto gozo: por un lado, la figura del Papa, que nos ha conquistado por completo; por otro, el sentimiento de que no somos raros ni tampoco francotiradores solitarios abocados al fracaso en el intento de vivir coherentemente nuestra fe.

Habíamos leído textos del Papa, le habíamos seguido por televisión (sobrecogedor su paseo en solitario por Auschwitz...),pero no le habíamos sentido cerca, hablando aquí y ahora de la misión que las familias debemos desempeñar. Su alegría, su ternura y la sencillez y contundencia de su discurso conmueven al más insensible.

...Y no estamos solos. En Valencia hemos visto y conocido a muchas familias que comparten nuestro empeño; como nosotros, entienden que nuestra misión es el apostolado de la familia, porque en la sociedad chocamos (¡cómo si fuésemos especies en extinción!)Tenemos la experiencia de que necesitamos el apoyo mutuo: vivir la fe en solitario es muy difícil. Por eso entendemos que la parroquia es un gran activo para todas las familias y volvemos de Valencia dispuestos a poner nuestro grano de arena familiar para que de verda sea esa "red de apoyo" de la que habló el Santo Padre. ¡Contad con nosotros!