viernes, agosto 22, 2008

Poner la cuenta a cero

No da igual pecar que no pecar.
Hay gente que se hace la historia de que, total, Dios perdona siempre y que una confesión a tiempo perdona los pecados y que, por tanto, tampoco conviene preocuparse en exceso de los pecados: basta tener un cura de bolsillo para el último momento.
Y esto es cierto a medias, porque no da igual una vida de lucha, de santidad, de esfuerzo, que una vida de crapuleo con arrepentimiento final. Como eso es un dato (no es lo mismo Hitler confesado que la Madre Teresa, por ejemplo), los teólogos se han partido la cabeza intentando explicar esto porque, verdaderamente, la confesión trae el perdón de los pecados, y eso también es verdad.
Después de darle muchas vueltas, a el magisterio de la Iglesia ha llegado a aceptar la distinción de los teólogos entre pena y culpa, como dos cosas distintas que devienen del pecado. La confesión de los pecados perdona una (nunca me aclaro cuál, pero creo que es el mal de culpa), pero la otra permanece, como un residuo del pecado, como un resto de la acción libremente realizada.
La indulgencia plenaria es un 'invento' de la Iglesia que tiene su origen en la voluntad de Cristo: lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, lo que desates en la tierra... Con intención de mover a la conversión, al acto de contrición sincero, y a una vuelta a la 'inocencia plenaria', aparecen las indulgencias: momentos privilegiados donde la Iglesia hace uso de su poder recibido de Cristo para conferir el perdón total de la pena... Y eso es estupendo, porque es empezar auténticamente de cero. Y se puede aplicar por uno mismo o por un difunto.
El domingo tenemos retiro. Al ser el año paulino, todo acto dedicado a San Pablo confiere indulgencia plenaria acompañado de las condiciones habituales: aborrecer el pecado, rezar por el Papa, confesión y comunión.
Yo lo aplicaré por mi tía, aunque sé que está en el cielo. O eso creo...
Contamos contigo y con que llames a mucha gente. Todos los meses, un aspecto de la vida de San Pablo. Será apasionante. De verdad...

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy bueno eso de la indulgencia, que vaya muha gente al retiro, tu tío mau