sábado, agosto 16, 2008

Cuerpo y alma

La Virgen María fue asumpta a los cielos en cuerpo y alma. Eso es lo que dice la doctrina católica. Eso significa que el cuerpo de la Virgen María no conoció el sepulcro; que, como dice la explicación del dogma, quiso Dios que por su fidelidad fuera adelantado el final de los tiempos en su madre, guardándola para sí en cuerpo y alma.
Cualquier que lo oiga (sin fe, claro), pensará que estamos locos. ¿La tesis es que el cuerpo de María está en ninguna parte? bah!!!.
A mi, por el contrario, la reflexión me sugiere un aspecto bien distinto. Cuando pienso en los misterios del cristianismo, lo primero que pido es no acostumbrarme a ellos. O sea, que si alucinante es el misterio de la asunción, no lo es menos el de la Eucaristía, la confesión o la unción de enfermos. Éste es el primer punto.
El segundo, es que ante los misterios, procuraré que mi reacción no sea de desprecio en base a una presunta 'madurez' intelectual, sino más bien reverencia. Si: estamos en suelo sagrado. Conviene andar con cuidado, proceder con respeto, y tener en cuenta que si todo sale bien no vendrá como fruto un conocimiento completo, sino más bien estupor, asombro, que es ese otro modo de conocimiento, afectivo, que tantísimo mueve los corazones.
No confío en la credulidad. Pero sí en Nuestro Señor Jesucristo, su Evangelio y la Iglesia. El incrédulo cree en otras cosas: en el club Rotario, en las máximas de Sabater o en los postulados del Dalai Lama. El incrédulo tiene muchos más misterios que resolver que yo; de eso no me cabe duda. Y -lo digo para los iluminados- la realidad es tanto más opaca cuanto uno más se aleja de esa figura imponente que domina la historia: Jesucristo.
Cada día lo vemo más claro.
Y ese es el tercer punto: los misterios, lejos de hacerme dudar, me estremecen y me dan certeza. ¡Qué me estremezcan toda la vida!. Terrible será cuando las cosas de Dios importen 33.
El verano da para pensar. Y a mi cada día la vida me parece más luminosa en la Iglesia, y más triste fuera de ella.
¿Tan así?. Tan así.

2 comentarios:

MiguelM dijo...

Pues tenía yo alguna equivocación.... ¿cual es la enseñanza tradicional sobre la Virgen que hace poco me dijeron que no es dogma de fé? Pensaba que era esto

Fulgencio Espa dijo...

Pío XII. Munificentissimus Deus. 1950.
No sé que será esa otra cosa.
He encontrado esto en la red, que responde a lo ocurrido. http://www.homilia.org/virgen/12Dogma.htm

Como es sabido, el Papa Pío XII, declaró el Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen en cuerpo y alma al Cielo el día 1 de noviembre de 1950.

Lo hizo desde el atrio exterior de San Pedro Vaticano, rodeado de 36 Cardenales, 555 Patriarcas, Arzobispos y Obispos, de gran número de dignatarios eclesiásticos y de una muchedumbre entusiasmada, de aproximadamente un millón de personas. Definió así solemnemente, con su suprema autoridad, este dogma mariano.

A continuación, las palabras mismas que definen este Dogma, tomadas de la Bula Munificentissimus Deus:

“Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados Apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre de Dios, siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrena fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial”.