viernes, junio 13, 2008

Generosamente

Me marcó mucho aquella historia, y me hizo comprender que, es entre los más necesitados donde uno puede aprender el amor. Luego lo olvidé pero es verdad, porque a amar no se aprende y sin embargo es una de las cosas cuya enseñanza es, con mucho, la más valiosa de la vida.
Entre los necesitados. Ese va a ser el objetivo parroquial número uno del año próximo.
En los orígenes de mi vocación nunca, de verdad, nunca había dado importancia a este hecho. Me parecía irrelevante. Y ahora, como mirándome en el espejo que es el alma de los chicos, veo clara y nítidamente aquel reflejo de dos años consecutivos visitando a los gitanos de la celsa, junto al Mercamadrid. Todos los sábados, para darles, supuestamente, catequesis, pero realmente era para jugar al fútbol.
Hasta hace poco tiempo, pensaba que el único beneficio que había sacado a esas visitas era el haber sido, por algunos momentos, el tipo más interesante de mi clase de COU a ojos de las alumnas por ser un tipo que, fíjate, es distinto y tiene corazón. Lo recuerdo porque fueron a contar que eso existía, preguntaron si alguien lo había hecho y yo levanté la mano. Fue terminar la clase y verme rodeado por todas y por ninguno. Me llamó tanto la atención que, como véis, aún lo recuerdo...
Pero aquello fue anécdota. Lo realmente importante es que a lo mejor, entre aquellas montañas de ajos, cerdos que circulaban, niños incapaces de decir Fulgencio (me llamaban Koeman), y chicos con la suficiente desmemoria para no aprender el padrenuestro, a lo mejor yo aprendí a ser generoso...
Objetivo parroquial número uno: los necesitados. No habrá vocaciones mientras no haya percepción de entrega real y verdadera. Entregarse a los hombres es tarea maravillosa que nadie podrá calificar de carga, aunque lo sea...
Y la historia que me impresionó siendo niño, que olvidé y que ahora recuerdo permanentemente es esta:
En este Hospital tuvo lugar el suceso que recordó varias veces san Josemaría en su catequesis: un joven empresario, Luis Gordon Picardo (Cádiz, 1898 — Madrid, 1932), al tener que dedicarse a una tarea molesta para atender a un enfermo —limpiar el vaso de noche—, oraba al Señor pidiéndole que no se expresara en su rostro la repugnancia interior que sentía al hacer aquello. En una ocasión un obrero de la maltería, un hombre política y socialmente muy radicalizado, que estaba internado en un hospital, se quedó asombrado al ver que aquel hombre joven que le cuidaba y le lavaba las heridas era el mismo ingeniero de la maltería. En los comienzos del Opus Dei, cuando acompañaba a san Josemaría en una de sus frecuentes visitas a los hospitales, en aquel caso en el Hospital General, se dispuso a limpiar un orinal usado como escupidera. “Vi que palidecía tremendamente —recordaba San Josemaría—, pero se dirigió a un pequeño cuarto del hospital, donde había un grifo y unas brochas para lavar esas cosas. Lo seguí, pensando que podía caerse redondo al suelo, y me lo encontré con la cara radiante de alegría. En vez de utilizar las escobillas, metía la mano para limpiar bien el orinal. Me quedé muy contento y le dejé hacer. (...) Después, me contaba que había pensado: ¡Jesús, que haga buena cara!.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Don Ful,yo fuí catequista en la Ventilla,Pozo del tio Raimundo y más sitios de lo que era el cinturón de Madrid.Eran tiempos de sexto,Preu y Universidad.Nadie me admiraba pero fui muy,muy feliz.Animo a todos a dar de lo que tengan,no se arrepentirán jamás.Un abrazo de Janusa.Le leo casi a diario,gracias.

Anónimo dijo...

Me olvidaba,del Cotolengo también recibí muchísimo.J

Anónimo dijo...

Otra cosa,con una conocidísima artista de cine,madre de famoso actor y "QUINTA" mia,he acarreado un colchón enorme,todavia no sé como,por la calle Fuencarral,para resolver un problemazo en una chabola.Se reia la gente pero nadie echó una mano.Siempre hicimos las cosas un poco a las bravas.J

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho la historia, que gran enseñanza.

Forosacerdotal dijo...

Hola Ful:
Muy bueno.
Te doy la noticia:
El Corte Inglés se une a Heineken y Seguros Ocaso, y anuncia que cancela su inversión publicitaria en el programa Salvados por la Iglesia, de La Sexta. Ángel Barutell Farinos, director de Relaciones Externas de la primera multinacional española de la distribución, informó este lunes que están respondiendo individualmente a los clientes alertados por la campaña de HazteOir.org que se han dirigido a El Corte Inglés para protestar por su patrocinio de un programa ofensivo con los sentimientos religiosos de la mayoría de la población.

El portavoz corporativo ha subrayado a HazteOir.org que El Corte Inglés "pide disculpas por la inclusión de ese spot debido a un error de programación de nuestra Agencia".

Ángel Barutell manifiesta "el malestar e indignación" de El Corte Inglés por que la central de medios que gestiona su inversión publicitaria no ha seguido "las órdenes que tienen todas las televisiones sin excepción de no incluir nuestra publicidad en programas que por su contenido puedan resultar ofensivos y dañar la sensibilidad de determinados grupos sociales de la población española y, especialmente, las de tipo religioso", según se explica en la carta que la firma de grandes almacenes está haciendo llegar a sus clientes.
Un fuerte abrazo de José Luis