jueves, agosto 30, 2007

Antonio Puerta y Paco Umbral

'La injusticia de morir a los 20 años'. Con esta frase encabezaba el diario Marca su portada de ayer. Se ve que la vida ha tratado mal a Antonio Puerta, llevándoselo tan joven como era.
Otro que ha muerto: Paco Umbral. Diferente. Con la pluma, un génio. Como colmillo, no tenía precio. Y durante años: espumarajos. Así es: las cosas más duras contra Dios y la Iglesia que he podido leer en prensa nacieron de sus manos. Pero hay que hacer justicia: en los últimos seis años ha pegado un cambio total. Dicen que mantenía largas conversaciones de religión con álguien que supo ayudarle y quizás, al final, disponerle bien para su muerte. Paco Umbral es otro titular: 'la justicia de morir reconciliado'.
No sé si morir joven es justo o injusto: lo que me parece horrible es morir cabreado. Eso si que me parece injusto, ofensivo y hasta macabro. Por el contrario, morir lleno de amistades, con el alma en paz, amando mucho y odiando nada, con un corazón llenísimo de esos que la gente acostumbra a llamar 'los tuyos'... eso sí que me gusta. Con 20 o con 200 años. Me da igual. Lo he estado pensando: me importa muy relativamente la cantidad de años que toque vivir (que ojalá sean muchos). Me importa, sobre todo, la calidad de esos años, el crisol de esa entrega. La mía y la de todos. La tuya.

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