miércoles, junio 06, 2007

Reducción de estómago

Pactar con los estados de ánimo es como una operación de reducción de estomago. Inevitablemente, se pierde capacidad para tragar las cosas del día a día, especialmente las más pesadas. Pero, además, tiene efectos colaterales:

Un amiguete mío se operó hará dos meses. Resulta que el estómago lleva un montón de tubitos unidos a él. Después de reducir el estómago ocurrió algo nada inhabitual: resulta que la conexión con intestino (que me perdonen los expertos por semejante explicación) no funcionó bien. Baja o limitada, como dicen las conexiones a internet. Se había inflamado el dichoso colector, la comida no pasaba y el pobre estaba hecho unos zorros, vomitando sangre y cosas peores. Eso podía degenerar en una úlcera fatal; aunque gracias a Dios todo se solucionó.

Quien pacta con los estados de ánimo (hoy bien, mañana mal; hoy alegría por el tráfico, mañana destrucción por las gramíneas), además de perder capacidad para aceptar contrariedades, puede generarse úlceras con el resto de seres que les circundan. Primero se atascan un poco las relaciones y luego aparecen las heridas.

Por eso, aceptación sana de la limitación. Segundo, lucha sin freno contra nuestras apetencias.

2 comentarios:

Unknown dijo...

.......hola compañero!!!............

hablo, después de leer tus dos últimos artículos; y digo...

soy de la opinión de que el estado de ánimo "hace a un@". me refiero, a que depende del día que tengo, soy así; o mejor dicho: me demuestro así!

en lo bueno y en lo malo.

y si a esto, utilizamos las "ayudas" externas que hoy en día, podemos encontrar en cualquier sitio, nos transformamos más.

en lo bueno y en lo malo.

no digo que sea contrario a utilizar, auyda externa. Eso si:

a sabiendas de:

Qué es, lo que queremos coger?

Hasta dónde, nos puede ayudar?

De verdad, nos hace falta?

y etc, etc,.....

de todo corazón espero, que tu amigo se encuentre mejor;

y para ello:

UN FUERTE ABRAZO Y MIS MEJORES DESEOS!

salud (desde una Euskal Herria, de nuevo triste!)

Anónimo dijo...

La verdad es que este blog parece que no se lee mucho, pero para mucha gente que vive lejos de la parroquia es el único medio que tienen para enterarse de lo que pasa aquí en Edith Stein, por eso animo a Don Fulgencio y a los lectores anónimos a seguir trabajando en él.