martes, enero 29, 2008

Sin aliento

El Gran Gómez me echa la bronca en el frontón. Dice que tengo el blog poco actualizado, fuera de contexto... Gran Gómez es un Gran Sacerdote, parroquia de San Ginés para más señas, bien majo y que se ha reenganchado a nuestro frontón. Por suerte conserva toda la mala leche que hace falta para ese deporte. Estoy seguro de que le gustaría que estuviera al tanto de lo último del Papa, la entrevista de Albiac (¿se escribe así?) y de los balbuceos suajílicos de Moratinos para poder hablar de ello en nuestro blog. En fin, Gran Gómez, ¡la vida no da!.
Pensando pensando me he dicho: ¿pero qué es un blog sino contar lo que me da la gana?.
Y lo que me da la gana hoy de contar es lo bien que me encuentro. Así de sencillo. Fenomenal. Y que me gustaría que el resto del mundo estuviera, como mínimo, tan contentos como lo estoy yo. Y de hecho me da la impresión de que los chicos/as cuando yo estoy contento ellos acaban por estarlo también. Así es la amistad y el afecto: se comunica. Así que estar triste es un lujo bien aburrido.
Reconozco que de las cosas que más me animan es ver el fruto. Habrá que ser más sobrenatural, porque Nuestro Señor nos presentó un modelo donde el fruto cuelga del árbol de la cruz. Pero lo tengo que reconocer: me entusiasma ver chicos y chicas mucho más listos, mucho más inocentes, mucho más majos, mucho más obedientes y mucho más piadosos que yo a su edad. Y me entusiasma más pensar que no son uno o dos, sino bastantes más. Y me alegra.
Reconozco que otra cosa que me alegra muchísimo es ver milagros. Si, si, milagros. La mayoría espirituales: paralíticos que empiezan a andar, que sueltan un sapo de años, que caminan día a día, que hacen de su jornada algo heroico. Eso también me entusiasma.
Y me alegraría ver que el blog recuperara constancia. Está en mis manos, la verdad, pero no sólo en ellas.
Gran Gómez, prometo pensar en ello... y luego sacar tiempo. A veces pasa como al Obispo de abajo: sencillamente demasiado mayor para la técnica.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA

Fulgencio Espa dijo...

Horrible. No debería haber puesto al Obispo con su hisopo microfónico. Me he acordado de él lo menos trescientas veces en Misa, y eso por no hablar de otra historia que me contó ayer otro compañero que le pasó a él bien simpática.
No debería ver estas cosas. ¡Qué gracia!. Cuanto más lo recuerdo... Es que no debo ni pensarlo... No sé por qué me hace tanta gracia, será por eso de que es del gremio...

Anónimo dijo...

Pués es estupendamente lamentable que al obispo en cuestión se le haya ido el santo al cielo y que reaccione bien´seguramente riendose de si mismo que dicen es muy buena medicina para que no nos tomemos muy en serio y demos el mínimo de lata.Hablo de los viejos y me elegra infinito verle tan requetecontento,don Ful.El público de su blog es joven y por ahi se mueve vd pero yo apareceré cuando tenga algo que decirle,como ahora.Un abrazo de Janusa.Le leo siempre.

Anónimo dijo...

Pues lo siento, pero yo me he reido muchísimo.No sólo por el obispo; es todo el conjunto:el tío de 1ª fila con su banda como de alcalde; el pobre obispo que se desgañita con su micrófono-hisopo y le atiza con garbo pero no sale una gota...Y cuando ya acierta con el verdadero y suena esa banda de música triunfal...

Forosacerdotal dijo...

No le hagas caso al Gran Gómez; ya lo cogeré por banda en el frontenis; se va a enterar. Tu sigue tu camino, con tus cosas; para esas otras cosas ya están otros. Un abrazo, y ya te ampliaré en el frontenis del martes. JLA