Llegamos a Liébana, empapados y algo cansados después de la caminata bajo la lluvia. Nos metieron en una sala, junto a una estufa de gas, y nos pusimos todos en círculo alrededor de ella, para ver si nos secábamos algo. Luego tuvimos la Misa, en la que pasamos un frío supino. Entretanto, algunos fueron a por los coches. Yo temía que la furgoneta se quedara sin gasolina... y se quedó. Después de 12 kilómetros cuesta abajo, en la subida que daba acceso a la gasolinera la furgo se negó a seguir. El marrón le cayó a los buenos de Miguel y Jesús, porque yo me quedé con la ‘tropa’ en el santuario.
Por la noche volvimos a la casa, y tuvimos un rato de tertulia bien interesante después de cenar. Luego, después de charlar hasta bien entrada la noche, nos fuimos a dormir. El objetivo estaba claro: tenemos que intentar ir a Misa todos los días, porque de ello depende nuestra vida espiritual y la de mucha gente que pueda entrar en contacto con nuestra parroquia. Y de momento, va muy bien: un gustazo ver tanta gente joven en Misa a diario.
El domingo fue un día muy normal y muy feliz, y volvimos después de un viaje un tanto agotador. Tuve que pararme dos veces a ‘rellenar’ el agua del radiador. Madre mía.
Por la noche volvimos a la casa, y tuvimos un rato de tertulia bien interesante después de cenar. Luego, después de charlar hasta bien entrada la noche, nos fuimos a dormir. El objetivo estaba claro: tenemos que intentar ir a Misa todos los días, porque de ello depende nuestra vida espiritual y la de mucha gente que pueda entrar en contacto con nuestra parroquia. Y de momento, va muy bien: un gustazo ver tanta gente joven en Misa a diario.
El domingo fue un día muy normal y muy feliz, y volvimos después de un viaje un tanto agotador. Tuve que pararme dos veces a ‘rellenar’ el agua del radiador. Madre mía.
Os recuerdo las cositas que están en marcha: la escuela de padres el jueves (a las 19h30), la charla de José Luis Restán, a las 20h30, y la Misa con villancicos rocieros (especialmente dedicada para los que son de la cornisa cantábrica y de las regiones pre-pirenaicas) el sábado a las 20h. ¡Ah, y otra cosa!, ¡gracias por rezar y encomendar tanto esta convivencia!. Ojalá sean, en el futuro, todas así...
7 comentarios:
Hola',, (italiano)non parlo espanyol ma ti website molto bene
,, haha i cant talk spanish,, but i saw the priest and the kids,, parlo ingelize?
Grazie a te'
Zakia-.blogspot.com
¿Serán buenos los villancicos rocieros? Perdona por lo directo de la pregunta, es que no conozco el coro... seguro que es genial, pero, ¿merece la pena ir?
Merece muchísimo la pena. Son fantásticos. Los del norte lo pasarán un poco mal, con tanto tambor y pandereta, pero lo cierto es que son muy divertidos... y solemnes y litúrgicos y todo eso, no te creas...
Bien visto es sugerente la analogia entre quedarse sin gasolina y sin vida espiritual por omitir la Misa diaria. En estos tiempos de movilidad frenética sigue siendo mas importante la Misa que la gasolina ! Y eso que es gratis !. Fantástico esto de ser cristiano y disfrutar de lo visible y lo invisible. Por cierto esta es otra cosa mas pendiente en mi vida.Felicidades a los que ya lo tienen integrado en su vida , envidia me dan.
Ha sido una convivencia fabulosa, llena de momentos irrepetibles. Una caminata de cuatro horas bajo una lluvia torrencial, una guerra de bolas de nieve en Picos de Europa, una ola mojándome en Catrurdiales (momento de estupidez que gracias a Dios nadie pudo ver), o incluso cinco hombres cocinando y bebiendo vino mientras las chicas descansaban y se arreglaban (¡toma igualdad señor Zapatero!, nosotros los cristianos somos, ante todo, caballeros).....¿pero sabéis lo mejor de todo? que Dios estuvo entre nosotros caminando desde que salimos de Madrid. Gracias Ful por estos días estupendos.
Querido Blogger,
Hace mucha ilusión ver a la gente en misa y también rezando, no lo olvidemos.
Buen apunte Jose María con lo de la gasolina y la misa.
A este medicodelapaz le toca hacer la ITV a su furgoneta, fui yo uno de los que se quedó sin gasolina y es una sensación horrible. Menos mal que podemos abastecernos de gente que da su gasolina como son las monjas de clausura que rezan por todos nosotros. Gracias también a Jesús, a Jose Ramón y a Rubén por su ayuda para meter la gasolina a través de un embudo con un paraguas.
En cuanto a la ITV de la furgoneta es bueno que nos lo planteemos todos. Hoy me toca pasar a mi por mi ITV particular que para los católicos se llama confesión.
Si no te das cuenta de tus defectos, es decir de tus pecados, pones en peligro tu vida, como si fuese la furgoneta.
Te animo querido Blogger a que mires tu cuentakilómetros y pienses cuantos kilometros has recorrido sin hacer un chequeo por un organismo oficial, que aquí muchos de nosotros pensamos que sabemos de mecánica y nuestro coche es el mejor de todos, pero muchas veces es nuestra sobervia la que nos confunde.
Yo aprovecho el descuento y la dedicación de Don Fulgencio que para los que fuimos a Liébana tenemos una oferta especial.
Pero como... ¿Que viniste a Liébana y no conoces la oferta?
ANIMATE Y VERÁS...
SER CONSCIENTE DE LAS PARTES DE TU COCHE QUE FALLAN NUNCA VIENEN MAL, LUEGO ESTÁ EN TI EL ARREGLARLO O NO. PERO QUE SEPAS QUE SIN LA ITV PASADA NO ES BUENO CONDUCIR EN EL CAMINO DE TU VIDA, SEA CRISTIANA O NO.
Me voy a animar por primera vez a escribir en este blog. Realmente estoy pensando las palabras exactas de la convivencia en Cantabria y es que no me salen, de verdad. Ha sido tan increible que no encuentro las palabras para mostrarlo. Creo que no se puede explicar, sólo se puede vivir. Asi que chicas/os, a vivir aquí lo que se ha vivido allí. Hay que repetir cosas y situaciones similares. Rezar juntos, excursiones con ambientazo y sobre todo gente maja de la de verdad. jajaja.
Por cierto, realmente llovio el día de la excursión? Yo no me acuerdo.
Un abrazo pa todos
Pd: menudas copas tan chulas de vino hubo.
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