Os cuento una historia que he leído hace poco en la revista del Seminario Conciliar de Madrid. Me ha llamado mucho la atención ver la fortaleza de aquellos muchachos y la proximidad de los lugares: el Seminario, donde he estado 7 años, el cementerio de Fuencarral, que está aquí al lado…
“A los 17 años ingresó en el Seminario de Madrid [Ignacio Álaez Vaquero]. Durante la primavera de 1936, se hablaba de martirio como cosa probable e Ignacio se identificaba muchas veces con los deseos de su santo patrón Ignacio de Antioquia de ser trigo molido por los dientes de los leones como oblación de amor a Dios. Al inicio de la Guerra Civil, Ignacio, con 23 años de edad y habiendo terminado segundo de Filosofía, se encontraba de vacaciones y presenció con dolor el saqueo de su parroquia, San Cayetano.
El 9 de agosto, un piquete de milicianos se presentó en su piso, deteniendo a su padre y a su tío, miembros de la Renovación Española. Ignacio estaba en el piso vecino, que era militar, poniendo una película a los niños que vivían allí. Los milicianos entraron también en esta vivienda, detuvieron al militar y se encararon con Ignacio, al que pidieron sus papeles. -¿y tú que haces? a lo que él respondió: -soy estudiante. -¿Y que estudias?. le volvieron a preguntar. –Para ser sacerdote. -¡Hombre!, ¡uno que quiere ser cura! Pues te vas a quedar con las ganas…
Ignacio y su padre fueron primero conducidos a la checa de Don Pedro 10, sede del Círculo socialista de Latina. Más tarde, llevados al cementerio de Fuencarral, donde fueron fusilados junto con otros detenidos en la madrugada del día 10. Sus cadáveres fueron arrojados a una fosa común que se fue rellenando con más asesinados”.
“A los 17 años ingresó en el Seminario de Madrid [Ignacio Álaez Vaquero]. Durante la primavera de 1936, se hablaba de martirio como cosa probable e Ignacio se identificaba muchas veces con los deseos de su santo patrón Ignacio de Antioquia de ser trigo molido por los dientes de los leones como oblación de amor a Dios. Al inicio de la Guerra Civil, Ignacio, con 23 años de edad y habiendo terminado segundo de Filosofía, se encontraba de vacaciones y presenció con dolor el saqueo de su parroquia, San Cayetano.
El 9 de agosto, un piquete de milicianos se presentó en su piso, deteniendo a su padre y a su tío, miembros de la Renovación Española. Ignacio estaba en el piso vecino, que era militar, poniendo una película a los niños que vivían allí. Los milicianos entraron también en esta vivienda, detuvieron al militar y se encararon con Ignacio, al que pidieron sus papeles. -¿y tú que haces? a lo que él respondió: -soy estudiante. -¿Y que estudias?. le volvieron a preguntar. –Para ser sacerdote. -¡Hombre!, ¡uno que quiere ser cura! Pues te vas a quedar con las ganas…
Ignacio y su padre fueron primero conducidos a la checa de Don Pedro 10, sede del Círculo socialista de Latina. Más tarde, llevados al cementerio de Fuencarral, donde fueron fusilados junto con otros detenidos en la madrugada del día 10. Sus cadáveres fueron arrojados a una fosa común que se fue rellenando con más asesinados”.
2 comentarios:
Querido Blogger,
Esta última semana he tenido la suerte de visitar el Seminario de Madrid en 2 ocasiones. Y en las dos he podido ver el video en el que relatan los 100 años de historia del Seminario.
Merece la pena... No sólo la visita sino tambien el Seminario.
En la exposición que hay a continuación se veen los martires y entre ellos uno de los que habla Don Ful en su blog.
Os recomiendo una visita al mismo. Entrad primero en la capilla, luego a la exposición y a la salida paraos en el Belen. Precioso.
No solamente pases por ahí... Firma en el libro.
Lamentablemente, para Ignacio Aláez Vaquero y tantos otros seminaristas, diáconos, sacerdotes, obispos y religios@s asesinados durante la guerra civil (y también en la ii república) no habrá memoria histórica que valga. ¡Vaya talante!
Hay que ver cómo se puede reescribir la historia. A alguno habría que decirle más bien: ¡vaya p'alante! y deje ya de mirar atrás y remover el pasado, sobre todo si no tiene buena memoria.
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