A río revuelto, ganancia de pescadores.
La política no es mi fuerte. No debe serlo. Me puede interesar más o menos, me puede gustar mucho o poco, pero mi opinión no pasa de ser la de un ciudadano medio medio informado. Pero, a veces, las cosillas tienen que ver con nuestro kiosko y conviene detenerse a pensar en ellas.
Ganan unos, y pierden otros que parece que han ganado. Los que pierden resulta que se pelean. Y los periodistas que iban a bloque con ellos se dividen conforme a los distintos 'partidos' dentro del partido. Entretanto, el que gana sigue a lo suyo, diciendo vaciedades. ¿Qué queda?.
Pues queda bien claro que la guerra del cristiano es, a un tiempo, temporal y transcendente. Que si alguno aspirar a identificar Iglesia con un determinado partido político, va de ala. Y esto, lejos de ser negativo, es positivo. Significa libertad, tranquilidad, luchar mucho para ganar siempre. Pasarán unos y otros y, como desde hace 2000 años, la Iglesia permanecerá. Es una pasada pensarlo, pero es verdad.
Por eso, todo este despelleje colectivo y vaciedad sin fin no tienen que desanimar. Antes bien todo lo contrario: la capacidad de defender un discurso homogéneo y unos valores constantes, aunque contraculturales, es de una importancia decisiva para la sociedad. Eso sí que vale, y no el 'flatus voci' de investiduras chiquilicuátricas.
Gran paz. Mucho trabajo. Demasiada ilusión.
2 comentarios:
¡Bravo por esas refléxiones! Un pequeño oasis en medio de un revuelo de dentaduras mordiendo a millares de conciencias que se empeñan en engañarse tristemente... Me ha gustado: "Significa libertad, tranquilidad, luchar mucho para ganar siempre."
Para ganar siempre...
Un abrazo, Ful
Gracias
¡Bravo por esas reflexiones! Un pequeño oasis en medio de un revuelo de dentaduras mordiendo a millares de conciencias que se empeñan en engañarse tristemente... Me ha gustado: "Significa libertad, tranquilidad, luchar mucho para ganar siempre."
Para ganar siempre...
Un abrazo, Ful
Gracias
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