miércoles, octubre 18, 2006

Si no existiera...

Habría que inventarlo. Es típica afirmación que se dice de aquellas cosas que consideramos irrenunciables en nuestras vidas. “Si no existiera, habría que inventarlo”. Hay gente que lo refiere, por ejemplo, al paddle, al whisky, a la finca del fin de semana… Yo, con perdón por la expresión, lo refiero a Dios y a la oración.
Cada día estoy más convencido. A veces los chavales de la parroquia dice: “es que eso de Dios consuela mucho”, como si eso fuera una razón para no creer. Se nos ha metido una noción Kierkegariana, dramática, de la fe, de modo que tiene que ser siempre límite, terminal, agónico. Personalmente, cuando pienso en el consuelo de Dios y las verdades eternas, resulta que veo en ello una razón más para su existencia. Y quién piense que es ‘consuelo de tontos’ es que nunca ha participado de las verdaderas cosas de la vida que nos aportan la auténtica alegría y que son, casi siempre, espirituales: el amor, la amistad, el sacrificio, la entrega. Quizás, por el contrario, si sea ‘consuelo de los sencillos’, en contrapartida con la ‘desesperación de los escépticos’. Quizás eso sí.
Y digo que si no existiera la oración habría que inventarla. Ayer estuvo el párroco, Don José, visitando a la madre de un muchacho de 5 años que está en coma esperando un corazón. O un milagro o un corazón. Me ha contado que se echaron los dos a llorar. ¡Qué bueno es que un sacerdote sufra con los suyos; se com-padezca!. Y toca rezar y tener fe: hoy a las 19h ha sido convocado todo Montelago (que así se llama la urbanización) para rezar en la parroquia. Si todo va bien quizás lo prolonguemos día a día mientras esto dure, aplicando además el rosario por él y su familia. Uno puede quejarse a Dios o amar los renglones torcidos de la providencia, mucho más consoladores que el férreo destino. ‘Consuelo de sencillos’, ‘desesperación del incrédulo’. Me quedo con lo primero.

8 comentarios:

Forosacerdotal dijo...

Ful:
Encomiendo al pequeño de cinco años que espera un corazón. Se lo voy a pedir a D. Eduardo Ortiz de Landázuri, que fue médico, y está en proceso de beatificación.
Por favor, cuéntanos como sigue el chaval y más adelante lo de la ganadería, los toros, etc.

Anónimo dijo...

Ha sido salir del examen de Filosofía, poner el blog y encontrarme a Kierkegaard (¿se escribe así?) en el comentario de hoy. De todas maneras, como sólo nos ha caído hasta Platón en el examen, no sé nada de él. ¿Podría explicar, por favor don Fulgencio, qué es eso de la noción dramática de la fe? No entiendo qué quiere decir con lo de que tenga que ser siempre algo límite y agónico.

Anónimo dijo...

La oración no tiene que ser algo a lo que se recurra, sólo, en casos extremos, grandes dificultades, momentos espléndidos...La oración es un encuentro con Dios; es pasar un rato con tu Padre;es ir a saludarle y estar con Él;es estar atento y escuchar.Apetezca o no.Mi experiencia es que se sale siempre confortado de este encuentro.La oración es un privilegio que Dios nos ha dado a los hombres.

Anónimo dijo...

Encomiendo al niño y a la familia, que Dios les dé ánimo en esta prueba.

Muchas veces no nos damos cuenta del milagro que supone una vida. ¡Qué don más grande! Estos días pasados, cuando leía sus palabras sobre la familia pensaba en qué grande es que Dios ponga en manos de los padres la posibilidad de dar vida. Si lo pensamos despacio, es para echarse a temblar: Dios ha puesto un ser irrepetible en nuestro camino, y lo que llegue a ser dependerá de la intensidad del amor que vea en sus padres y del acompañamiento que brinden a ese hijo en el camino de la vida.

Tendemos a trivializarlo.¿Tal vez porque nos supera el misterio? Puede ser. También porque es muy cansado y tienes que robar horas al sueño, porque no sabemos a qué nos enfrentaremos (como los padres de este ángel de cinco años)...

Merece la pena que los padres tomemos de cuando en cuando la distancia justa para pensar sobre esto. Educar no es una cosa más en la vida. Somos hijos, hermanos, nietos, profesionales, aficcionados al fútbol o al baloncesto, pero ante todo, padres. Educar debe ser un programa de vida, porque es muy bello y grande lo que Dios nos regala en cada hijo. O al menos, así lo veo yo.

Anónimo dijo...

En el fondo de la oración es mas impotante ser uno con nuestro Padre " Hágase Señor tu voluntad " que la petición llevada por nuestro afecto y miras terrenales " Aparta de mi este cáliz ". Del libro de Santo Tomas Moro " La agonía de Cristo ". Merece la pena repasar esta forma de ver lo agónico de la vida y la alegría de redención que conlleva. Pido a Dios por ese ángel de 5 años , pero sobre todo pido a Dios porque se cumpla Su voluntad. Solo Dios es Sabio.

Anónimo dijo...

Querido Blogger,

También me uno a rezar por el Niño...

Que sea lo que Dios quiera.

Veo dificil que se cumplan los dos milagros, pero también es importante ver la "voluntad de Dios" en todo lo que sucede...

Aunque se que a los padres que están sufriendo en estos momentos sólo les podemos dar ánimos y el resto sobra.

Encomiendo desde mi Consulta.

Anónimo dijo...

Los niños de la catequesis de los martes(de la cual formo parte como catequista) rezaron por ese niño, y rezaran todos los martes 10 minutos antes de empezar.

Anónimo dijo...

Fulgencio, dices, entre otras y muy interesante cosas, que prefieres decir que Dios es el consuelo de los sencillos en contrapartida con la "desesperación" de los escépticos. No entiendo muy bien que has querido decir con eso. ¿Que Dios es desesperación para los escépticos? ¿O que los que no "tienen/admiten" a Dios en su vida, incrédulos o escépticos, son seres que viven en permanente desesperación?

Yo también creo que sí, que tener a Dios en tu vida es un consuelo. Y también creo que Dios es consuelo de todos, de sencillos, de complicados, de tontos, de listos y sobre todo de desesperados. Porque cuanta más desesperación hay en tu vida, cuanto más agónica estás, más buscas el consuelo de Dios. Más recurres a EL. (Las Escrituras están llenas de ejemplos de estos) Y aquí parto de la base de que no buscas a Dios,ni buscas pruebas de su existencia porque ya lo tienes presente, integrado, en tu vida. Y esto, realmente, es una Gracia, un Don, que te hace vivir con plenitud y tener una visión de ti mismo y de los demás más esperanzadora, amable y me atrevería a decir que "verdadera". Pero, de ahí a que por eso vivamos o tengamos que vivir en perpetuo estado de alegría y resignación... Pues tampoco. Somos seres imperfectos, y nos enfadamos, nos agotamos, nos complicamos, nos desesperamos y nos quejamos a Dios. Y ahí está El, para escucharnos y consolarnos. Igual que el perdón es directamente proporcional a la culpa, el Consuelo es directamente proporcional a nuestra aflicción.

Por otra parte tenemos a los "otros", los que no creen. Los que piensan que los que creemos somos unos ingenuos, ignorantes o supersticiosos. O que nos hemos tenido que inventar a Dios para justificar nuestra existencia. Curiosamente, la gran mayoría de éstos, aún inconscientemente, se pasan su vida buscando a Dios. Hablando de Dios aunque sea para negarlo, buscando pruebas que justifiquen su no existencia, etc, etc. Y bueno, quien sabe lo que puede llegar a pasar... hay veces que de tanto querer esquivarlo te lo terminas encontrando de bruces. Y es que los caminos del Señor son inescrutables...