De lujo

Ayer mandé el artículo a uno, pero se ve que le llegó sólo la mitad del mail. Lo cierto es que ayer nos cerraron el albergue de Ventosa ("no era día para hablar" dijo el hospedero) y la de Navarrete, que ya habéis leído. Lo cierto es que el día fue redondo, y aunque hubo dificultades mereció la pena, porque dormimos en la parroquia y estuvo muy bien. Además pudimos acostarnos más tarde y ver la victoria del Madrid.

Acabamos de llegar a Azofra. Impresionante de bien. Por la mañana ha venido Alberto Bermejo a concretar la posibilidad de dormir en este Albergue (60 plazas distribuidas en habitaciones dobles). El alcalde, que estaba por aquí, ha dicho que Azofra se caracteriza por su hospitalidad y que aquí caben todos los que haga falta: en su casa si fuera necesario. Total que hemos andado 23 kilómetros y hemos llegado a un sitio estupendo. Hemos amanecido a las 6 y a las 7 ya estabamos andando. Hemos ido muy deprisa, la verdad, y eso que ya hacemos tramos con las mochilas, porque nos hemos dado cuenta de que ir con mochila puede ser el pasaporte para entrar en todos los albergues. El tiempo ha sido ideal: sol sin calor, y un poquitín de lluvia al final. Fantástico.

La marcha de hoy ha sido perfecta. Ahora vamos a tener un charla en el patio del albergue antes de comer. Hemos conocido a una pareja de Parla (Juanjo y Pilar), muy majos, y hemos charlado mucho por el camino. Hemos parado en Nájera donde, como siempre, no hemos apreciado su arte y luego pitando para Azofra.

Recien llegado me ha abordado una ancianita muy maja diciendo que es la sacristana y que, dada mi condición, debo celebrar Misa. Como estoy muy de acuerdo con ella, le he dicho que a las 6 en la parroquia. Hecho. Con toque de campanas por si se anima alguien. Luego llevaremos un botella de Whisky al alcalde, que nunca se sabe si necesitaremos su ayuda más adelante...

P.D.: Siento no poder poner fotos, pero es que no soy capaz...

La hospedera

No era un día para hablar. La peor ha sido la hospedera de navarrete. Hemos llegado los quintos, y al decirle que éramos 18 ha dicho que no hacíamos el camino, sino que estábamos de excursión. Me he enfadado bastante, y después de unos minutos aguantando sus argumentos, he explotado. Poca gente tendrá motivos más religiosos que nosotros, pero da igual, ella no admite grupos porque para ella es una excursión. Total que nos hemos buscado la vida y estamos muy felices. Ella se lo pierde.

Camino de Santiago

Bueno, aunque no hay que irse tan lejos. Se podría decir: “aquellos maravillosos meses”, que vuelven a la carga. El sábado nos vamos de camino de santiago. Segunda etapa: de Los Arcos a Belorado. Tengo muchísimas ganas porque, aunque la climatología se ha vuelto un tanto adversa, el ambiente es inmejorable. Vamos 19, y dormiremos en sitios tan bonitos como Torres del Río, Logroño, Nájera y Santo Domingo de la Calzada. El año pasado hicimos desde Roncesvalles a Los Arcos, y la experiencia fue única. Conviene rezar para que todo salga muy bien y los chicos vuelvan contentos, sanos y salvos. El camino tiene algo más: es cercanía a Dios, arte, espiritualidad, amistad, compañerismo, risas, diversión… Confiamos en vuestras oraciones para que salga, como mínimo, tan bien como la primera etapa (lo cual parece difícilmente igualable, pero bueno…).

Confío en que podáis seguir puntualmente lo que hacemos cada día en este blog. Buscaré un apaño con un 'secretario' que me lo ponga al día a través de las cosas que les enviemos. ¡Nos vemos en el blog!. Veréis qué envidia...

¿una Iglesia o donde caiga? (II)

Frecuentar la misma parroquia permite, como mínimo, tomar parte en unas actividades que, de otro modo uno jamás se plantearía. Ya hablamos de la dirección espiritual. Ya sólo con concretar eso merecería la pena vincularse a un lugar.
Pero hay más. Los seres humanos somos carne y hueso, y nos gusta que los sitios donde nos relacionamos también tengan carne y hueso. No somos espíritus puros. Por eso, a la hora de practicar la religión, ¡qué provechoso es encontrarse un hábitat cariñoso, amable, atractivo!. ¡Que cosa tan buena!.
Este fin de semana nos vamos de ejercicios espirituales. Finalmente, el número de asistentes fijos es de 18, y sumando la gente que aparecerá por allí llegaremos a ser cerca de 25. Si en el cenáculo estaban 12, con Judas, y liaron la que liaron después de la resurrección… ¿qué haremos nosotros que somos más de 20?. ¡A ampliar horizontes, que eso es lo nuestro!.

¿una Iglesia o donde caiga? (I)

¿Qué pinta una parroquia en un mundo como el nuestro? ¿Es importante ir domingo tras domingo a la misma parroquia? ¿Qué más da ir a una u otra, si lo importante es cumplir el precepto?. Son cuestiones que yo, por lo menos, pienso bastante. Y he leído una cosa que quiero compartir con vosotros. Lo escribe Escutropo a su sobrino Orugario (la obra es "cartas del diablo a su sobrino", de C.S. Lewis). Son dos demonios que buscan cómo perder a un cliente. Escutropo es viejo y experimentado; Orugario nóvel y metepatas. El Enemigo (o sea, Dios) intenta por todos los medios perder (salvar) al cliente, pero los demonios se emplean duramente. He aquí su opinión sobre a qué Iglesia ir:

Querido Orugario:
En tu última carta, mencionabas de pasada que el paciente ha seguido yendo a una iglesia, y sólo a una, desde su conversión y que no está totalmente satisfecho de ella. ¿Puedo preguntarte qué es lo que haces? ¿Por qué no tengo ya un informe sobre las causas de su fidelidad a la iglesia parroquial? ¿te das cuenta de que, a menos que sea por indiferencia, esto es muy malo?...
[¿Por qué Escutopro considera tal fidelidad tan negativa?. Mañana más]

El minuto

1984. George Orwell. Allí se cuenta que los trabajadores de los distintos entes públicos (ministerio de la verdad, ministerio del amor, etc.) disponen, todos los días, de unos minutos llamados “del odio”. La idea es la siguiente: se encierran todos en una sala mirando un televisor donde aparece un personaje siniestro (Goldstein, creo recordar) al que deben increpar, lanzar sillas, dar puñetazos e insultar sin piedad. Transcurrido el minuto o los minutos, vuelven a sus ocupaciones, presuntamente más serenos y con la bestia echada.
Podríamos darle la vuelta totalmente al argumento, pensando que quizás el amor descanse más que el odio. ¿Por qué no el minuto de Dios?. Hubo una iniciativa en la TV sudamericana con este nombre, y gracias a las aportaciones de los televidentes se construyó y ‘remozó’ un barrio entero.
¿Qué tal remozar tu alma?. Minutos de Dios: el primero nada más despertar. El último antes de acostarse. ¿Y en medio? Depende de tu generosidad.

Pero no te líes. Es simplemente decir: oye, te ofrezco el día. Oye, dame paciencia. Oye, que estoy insoportable. Oye… Los frutos son casi inmediatos. Pruébalo. Muchísimo mejor que el minuto del odio. De eso estoy seguro.

Pequeñas cosas

La familia que permanece unida, decía Juan Pablo II en la plaza de Colón, da frutos de santidad.
Hoy, un muchacho que se dedica a la alta competición de un deporte, me decía que, en lo que se refiere a forma física, se pierde en dos semanas lo que uno luchó por ganar durante dos meses. Es necesario mantenerse haciendo ejercicios, por pequeños e insignificantes que parezcan.
De pequeñas cosas depende también nuestra vida espiritual. Y del estado de nuestra vida espiritual dependen, claramente, nuestras familias y sus frutos de santidad. Pequeñas cosas. Ejercicios aparentemente insignificantes. De eso vamos a hablar en los próximos días…

Impresiones

¿Cuál es tu impresión final de la semana santa?. Es bueno que uno se pare a pensarlo. Personalmente: estoy muy contento. Para mi ha sido un tiempo maravilloso, unos días muy felices. Una razón muy humana y sobrenatural al tiempo podría haber sido el hecho de compartir más tiempo con tanta gente joven, familias, ancianos y niños que rodean la parroquia y cuyo cariño y entrega son, como mínimo, muy animantes. No obstante, me quedo con el conjunto de estos días: Desde la Misa crismal el Martes Santo hasta la celebración de Misa de 20 ayer; desde la renovación de las promesas sacerdotales, hasta la renovación de la fe en nuestro Señor Jesucristo resucitado, vivo, amigo, presente, providente.
Mi impresión queda resumida en las palabras de Benedicto XVI (algunos las entenderán muy bien): “en cierta ocasión, como sucedió a los primeros discípulos, todos nosotros nos encontramos con el Señor y escuchamos su invitación: ‘sígueme’. Tal vez al inicio lo seguimos con vacilaciones mirando hacia atrás y preguntándonos si ese era realmente nuestro camino. Y tal vez en algún punto del recorrido vivimos la misma experiencia de Pedro después de la pesca milagrosa, es decir, nos hemos sentido sobrecogidos ante su grandeza, ante la grandeza de la tarea y la insuficiencia de nuestra pobre persona, hasta el punto de querer dar marcha atrás: ‘aléjate de mi, Señor, que soy un pobre pecador’ (Lc 5,8). Pero luego él, con gran bondad, nos tomó de la mano, nos atrajo hacia sí y nos dijo: 'no temas. Yo estoy contigo. No te abandono. Y tú no me abandones a mi' ”.